La alimentación de los bebés
La
obligación más sagrada de una madre es amamantar a sus hijos hasta
que aparezcan los dientes del infante. Los alimentos industriales, la
leche de vaca, las harinas, huevos, caldos y jugos de carne
constituyen alimentos inadecuados para el débil estómago e
intestino del niño, lo que ocasiona y mantiene putrefacciones
intestinales con excrementos de olores malsanos y tan ácidos e
irritantes que son causa de las frecuentes rozaduras de los bebés.
Esta
afección tan común no debe sofocarse con pomadas ni polvos, sino
mejorando el proceso digestivo con leche materna o de nodriza y
combatiendo la fiebre interna del vientre con cataplasma de lodo.
Sólo se aplicarán emplastos de lodo sobre las rozaduras. Si no hay
posibilidad de leche materna, se buscará nodriza y, en última
instancia, se suplirá ésta con yogurt, lechadas de almendras dulces
o nueces peladas sin azúcar, con miel de abeja algo aguada o con
jugos de frutas de la estación.
La
madre que carece de leche debe procurar normalizar su digestión,
comiendo frutas crudas y ensaladas con huevo duro picado finito,
nueces peladas o avellanas. Además debe combatir la fiebre interna
con baños genitales, frotación de agua fría todos los días al
despertar y cataplasma de lodo en el vientre en la noche. Durante el
primer año de vida, el único alimento del niño será el pecho
materno o de una nodriza.
Si
esto no es posible se procede como anotamos arriba.' Cuando el niño
ya tiene dientes y ha dejado el pecho, los alimentos más indicados
son las frutas frescas o secas y las semillas de árboles como nueces
y almendras, lo mismo que ensaladas, purés de papas y hortalizas con
queso fresco o panela. Nada de leche
de
vaca, pues envenena con el ácido láctico que se desarrolla en la
fermentación intestinal tanto del niño como del adulto. Finalmente,
cereales, miel de abeja y pan integral.
Puedo
asegurar que todas las enfermedades que afectan a los niños, son
consecuencia de malas digestiones derivadas de alimentación
inadecuada. Nunca se debe obligar a un niño a comer, pues la
inapetencia es una defensa orgánica que revela fiebre interna. Si no
hay hambre, sólo puede comerse fruta cruda, debiendo aplicar
compresa abdominal o mejor cataplasma de lodo sobre el vientre para
dormir hasta que vuelva la normalidad digestiva.
Tratamiento: Para
evitar la putrefacción del intestino en caso de alimentación
artificial, se debe mantener a la criatura día y noche e
indefinidamente con fajado de lodo alrededor del tronco, renovándolo
cada 6 horas. Al retirar la envoltura se aplica frotación de agua
fría en todo el cuerpo, cuidando la reacción y dejamos descansar
una hora por lo menos, para volver a poner el lodo nuevamente.
Consecuencias de los errores en la alimentación de los adultos
Acumulación
de ácido úrico: Esta sustancia tóxica se acumula en el
organismo de los adultos por exceso de albúminas provenientes, por
lo general, de carnes, pescado, queso, huevos, legumbres secas,
cacao, etcétera. El alcohol, lo mismo que el té y el café en
exceso, conducen a esta misma acumulación.
El
ácido úrico produce arterosclerosis, angina de pecho, apoplejía,
enfermedades de los riñones, del hígado y la vejiga, formando
cálculos en ellos, dolores de cabeza, reumatismo, gota y artritis.
El mejor antídoto contra esta dolencia es la alimentación
vegetariana y tomando mi Lavado de la Sangre a diario, incluso se
puede abusar de la buena mesa. Recomiendo desayuno de frutas ácidas,
especialmente naranjas, fresas, frutillas y limón. En todo caso,
aconsejo seguir con constancia e indefinidamente mi Régimen de
Salud.
Anemia
La
anemia es la debilidad vital provocada por la desnutrición y
envenenamiento crónico a causa de malas digestiones y deficiente
eliminación por la piel. Esta dolencia es común en las ciudades,
especialmente en las niñas que están en el período de su
desarrollo.
La
causa común de la anemia no es la falta de sangre, sino su mala
composición por desarreglos digestivos crónicos, alimentos
inadecuados y vida antinatural con falta de ejercicio. Por eso es
común entre mineros y trabajadores sometidos a condiciones de
trabajo en lugares mal ventilados y sin luz. También puede
producirse por pérdida de sangre en una hemorragia, pero en este
caso es temporal, pues el organismo pronto se recupera.
Además,
existen muchas substancias que, al entrar en el cuerpo, destruyen
elementos importantes de la sangre. Este es el caso del mercurio, el
plomo, el arsénico, el zinc, etcétera. Los síntomas principales de
la anemia son: color pálido o amarillento, interior de los párpados
sin color rojo al igual que los labios y las mucosas de la boca, pies
y manos fríos, falta de apetito, frecuentes dolores de cabeza,
pérdida de memoria y de la voluntad, desmayos perturbaciones de la
vista, etcétera.
Tratamiento: Hay
que regularizar la digestión gravemente alterada en estos enfermos y
refrescar el interior del vientre. Dieta vitalizadora y purificadera
con ensaladas, frutas sin mondar y semillas como nueces, avellanas o
almendras. Caldos de cereales hechos con una cucharada de trigo, otra
de maíz, una de cebada y otra de avena en un litro de agua, lo que
debe hervir hasta reducirse a la mitad.
Respirar
aire puro, durmiendo con ventana abierta aun en invierno, ejercicio
al aire libre, ascensión de cerros sin llegar al agotamiento. Baños
de aire frío en la mañana y antes de acostarse son un tónico
insustituible. Frotaciones de agua fría al despertar, volver a la
cama por una hora sin secarse. Antes de la frotación conviene
ortigar la piel para mejorar la respuesta.
En
el verano, antes del almuerzo, baño de sol cubriendo el cuerpo con
una cobija blanca de lana, empezar por las piernas y con la cabeza en
la sombra. En la tarde, chorro de agua fría o de pitón diario,
calentando el cuerpo antes y después de la aplicación o bien uno o
dos baños genitales de 15 a 20 minutos. Lavado de la Sangre diario o
cada dos días.
Los
tónicos a base de hierro que suelen prescribirse debido a que la
anemia implica falta de éste en la sangre, perjudican al organismo
al introducir en él productos inservibles. Los minerales sólo
pueden ser asimilados cuando tienen la vitalidad del vegetal. Kniepp
decía: "Más hierro asimilable hay en una hoja de espinaca que
en el mejor preparado ferruginoso de botica." Todos los
vegetales crudos contienen hierro, especialmente las espinacas,
lechugas, alcachofas, tallos, manzanas, frutillas y frutas en
general.
Falta de apetito
El
concepto "hambre" corresponde propiamente a la necesidad
fisiológica y "apetito" al falso concepto de esa
necesidad. La inapetencia siempre revela calentura o fiebre interna
y, es mediante la repulsión de los alimentos, que el organismo
procura evitar las comidas que, en lugar de nutrir, causan
putrefacciones intestinales que intoxican. Cuando no hay hambre se
debe comer sólo frutas o ensaladas crudas.
Tratamiento: Combatir
la fiebre interna y activar la piel con lodo en el vientre al menos
durante la noche, lo cual es el mejor aperitivo para los niños. Los
adultos se librarán de la inapetencia siguiendo mi Régimen de
Salud.
Estómago
Funciones
y dolencias: Toda
anormalidad orgánica, cualquiera que sea su nombre o manifestación,
se inicia y mantiene por malas digestiones, y éstas siempre son
efecto del calor anormal en el estómago e intestinos, calentura o
fiebre interna, constituida por irritación de sus mucosas.
Cualquiera que sea el órgano afectado por la enfermedad, la ofensiva
siempre arranca de la zona digestiva.
Es
por esto que todo enfermo debe normalizar su digestión como base
indispensable del restablecimiento integral de su salud. Hemos visto
que la nutrición normal es la base de la salud. El cuerpo se nutre
por tres vías: pulmonar, estomacal y cutánea. La nutrición
pulmonar tiene por objeto absorber oxígeno y otros elementos de la
atmósfera y exige respirar siempre aire puro llenando los pulmones,
lo cual se logra al hacer ejercicio físico, especialmente en el
ascenso de cerros o montañas.
La
nutrición cutánea se realiza exponiendo la piel a! aire libre, para
lo cual debemos practicar los baños de aire frío, de luz y de sol.
En todo caso, la ropa debe permitir la libre ventilación de la piel,
de modo que no debe ajustarse al cuerpo ni cerrar las entradas en
cuello, brazos y piernas.
El
estómago y los intestinos realizan la nutrición por medio de la
digestión. En ésta intervienen principalmente cinco órganos: la
boca, el estómago, los intestinos,, el hígado y el páncreas. La
primera parte del proceso se realiza en la boca por medio de la
masticación, triturando y reduciendo a papilla los sólidos,
ensalivándolos para transformar las féculas y almidones por la
acción química de la saliva, en azúcar o glucosa.
Puede
decirse que la mitad de la digestión se realiza en la boca, de modo
que buena parte de los trastornos digestivos tienen su origen en una
masticación y ensaliváción deficientes. Una vez en el estómago,
los alimentos sufren su segundo procesamiento por medio de los jugos
gástricos segregados por innumerables glándulas de la mucosa
estomacal, cuya producción es favorecida por una masticación
reposada. Es un error pensar que la digestión se realiza en el
estómago, pues el principal acto de ésta se efectúa en el
intestino delgado.
Sin
embargo, no puede haber una falla en el proceso que no comprometa a
todas sus partes, así que no es posible tener un estómago sano y un
intestino enfermo o viceversa. A pesar de que el estómago y los
intestinos son muy resistentes, el noventa y cinco por ciento de los
habitantes de las ciudades padece de ellos debido al régimen
antinatural de alimentación y de abrigo.
No
es cierto que signifique disfrutar de una digestión normal cuando no
se sienten trastornos digestivos aunque se coma lo más indigesto.
Los estados de enfermedad indolora en bastantes ocasiones son mucho
más peligrosos que cuando hay manifestaciones agudas.
Debemos
atender a la máxima que dice: "Dime qué comes y te diré cómo
está tu estómago", pues su funcionamiento normal supone una
alimentación adecuada y, por ejemplo, un indicio seguro de afección
del estómago es la intolerancia de frutas y ensaladas crudas. Como
la digestión elabora la sangre y ésta realiza el cambio orgánico,
reemplazando lo gastado con material nuevo y sano; no es posible
obtener ninguna verdadera curación sin mejorar y normalizar
previamente la digestión.
Es
por esto que la alimentación natural a base de frutas crudas,
semillas de árboles y ensaladas realiza por sí sola la terapia más
racional. Al normalizar la digestión se purifica la sangre
enriqueciéndola con elementos vitalizados, que realizarán el cambio
orgánico con expulsión de humores y tejidos enfermos, que serán
reemplazados por material sano.
Las
dolencias del estómago son tan variadas que, en sus diferentes
grados, van desde simples y pequeños disturbios hasta llegar a la
degeneración y destrucción de los tejidos. Independientemente de
esto, puede decirse que la causa de todos los males del estómago
tiene un origen común: la vida desordenada y, especialmente, los
enormes errores en la alimentación desde que se deja el pecho
materno.
Generalmente
los primeros disturbios del estómago son los más molestos, aunque
los menos graves también, pues mucho tiempo antes de que el enfermo
se de cuenta, puede tener la llamada diabetes, cálculos biliares o
renales, úlceras y tumores. Como lo refleja el iris de los ojos,
toda afección estomacal es de naturaleza inflamatoria y congestiva,
vale decir, febril. De aquí que el tratamiento básico es uniforme:
descongestionar las entrañas.
Para
ello es preciso el Equilibrio Térmico, refrescando el interior del
vientre y afiebrando la piel. Además, el régimen alimenticio de
frutas y ensaladas crudas purifica y vitaliza la sangre. Las hierbas
como el ajenjo, la infusión de toronjil cuyano, salvia, menta,
etcétera, estimulan o calman los síntomas de desarreglos
estomacales. Pero no olvidemos que la salud es cuestión de
temperatura y no de remedios. Veamos ahora las principales dolencias
del estómago.
Dilatación del estómago
Esta
dolencia se produce por congestión e inflamación crónica de los
tejidos y paredes de este órgano. Implica fiebre interna y, por lo
tanto, desaparece congestionando la piel y refrescando el interior
del vientre.
Tratamiento: Desayuno
y cena solamente de frutas o ensaladas crudas. Estas últimas pueden
acompañarse con un pedacito de pan tostado, si se desea. Comida del
medio día libre, si hay hambre, procurando la completa ensalivación
y la calmada deglución de los alimentos. Comer con calma y
reposadamente.
Además
de frotación fría todos los días al despertar, diariamente se
tomarán dos baños genitales y el Lavado de la Sangre. Cataplasma de
lodo sobre el vientre durante toda la noche y después de la comida,
a lo menos durante una hora. Seguir con perseverancia el Régimen de
Salud.
Catarro agudo del estómago (gastritis, indigestión, empacho)
El
iris revela inflamación .y congestión a causa de una plétora
sanguínea que impide la buena circulación de la sangre en la piel y
las extremidades del sujeto. Esto suele ser causado por alimentos
indigestos como carnes, pescado, quesos viejos, alcohol, café,
vinagre, condimentos, dulces y alimentos alterados. Las drogas
también pueden ocasionar catarro estomacal, lo mismo que los
alimentos mal masticados o comidos de prisa.
Igualmente
peligrosos son los helados o los manjares muy calientes. Estas
dolencias se caracterizan por falta de apetito, mal aliento, pesadez
o dolor del estómago, vómitos, cólicos, mareos, diarreas,
excrementos fétidos, dolor de cabeza, etcétera. Siempre hay
calentura interna.
Tratamiento: Ante
todo hay que refrescar los tejidos inflamados del interior del
vientre, para lo cual la cataplasma de lodo es el recurso ideal.
Además, es preciso liberar al organismo de las impurezas producidas
por las putrefacciones intestinales, practicando un día ayuno a base
de agua pura que se tomará continuamente y en pequeñas cantidades.
Las infusiones de ajenjo, salvia, menta y manzanilla también ayudan
a limpiar las mucosas del estómago.
Mientras
haya inapetencia evitar ingerir alimentos y cuando el hambre
sobrevenga, al principio sólo se comerán frutas crudas o ensaladas
que se masticarán muy bien. Las hortalizas tiernas, como zanahorias,
coliflores, etcétera, convienen a los enfermos que padecen de
estreñimiento.
Para
derivar las materias morbosas y combatir la calentura interna en los
adultos conviene el baño genital dos o tres veces al día durante 20
o 30 minutos. Para los niños, baño de asiento. Dormir con
cataplasma de lodo sobre vientre y riñones. De ser posible, Lavado
de la Sangre diariamente. Seguir el Régimen de Salud.
Catarro crónico del estómago
Surge
de continuos desarreglos digestivos cuyas causas son similares a las
del catarro agudo pero que actúan en forma permanente. Quienes
sufren de este mal tienen la piel inactiva y frío en las
extremidades. Además, lengua sucia, mal sabor de boca al despertar,
eructos, gases, mal aliento, sensación de pesadez estomacal, falta
de apetito, o exageración del mismo. Debido a la consiguiente
impureza de la sangre los nervios están irritados y excitados, hay
gases, dolores de cabeza, falta de tono, etcétera, siguiendo con el
tiempo nuevas complicaciones si no se atiende el mal.
Tratamiento: El
tratamiento racional de esta afección impone equilibrar las
temperaturas del cuerpo mediante la práctica indefinida del Lavado
de la Sangre cada día. Se evitarán las bebidas heladas y las
comidas muy calientes, observando dieta vegetariana con frutas y
ensaladas, todo muy bien masticado y ensalivado. Una hora antes del
desayuno es muy conveniente tomar el jugo de un limón, por espacio
de ocho a diez días cada mes.
Ejemplo de menú:
Desayuno
- Alguna fruta de la estación, prefiriendo las ácidas como uvas,
manzanas, naranjas, guindas o cerezas, nísperos, etcétera. Si
vuelve a dar hambre se repetirá la misma fruta. Comida - Ensalada de
lechuga, sopa de verduras o cereales y hortalizas tiernas con panela,
jocoque o queso fresco. No mezclar papas con pan o granos. Poco pan y
mejor tostado o integral.
Cena
- Ensaladas con nueces o aceitunas, poco pan y, mejor, sólo fruta
cruda. Se dormirá con cataplasma de lodo sobre todo el vientre hasta
que desaparezca todo malestar. En lo demás, seguir el Régimen de
Salud.
Acidez estomacal (hipercloridria, dispepsia ácida, agruras o acedía)
La
acidez del estómago no es efecto de una excesiva secreción ácida
de la mucosa estomacal, como lo afirma la medicina, sino de la
acidificación de los alimentos por fermentaciones malsanas derivadas
del calor excesivo del tubo digestivo, debido a irritaciones y
congestión de sus paredes. La piel fría e inactiva es común en
estos enfermos, revelándose así el desequilibrio térmico de su
cuerpo.
Como
lo indica su nombre, esta dolencia se caracteriza por demasiada
acidez que se siente en el estómago, produciendo sensación de ardor
muy desagradable, lo cual generalmente es el inicio de úlcera
estomacal a la que están siempre expuestos estos enfermos. La acidez
se distingue de la úlcera porque en la primera los dolores
desaparecen al comer, mientras que en la segunda aumentan.
A
las causas habituales del desarreglo digestivo por mala alimentación,
se agregan en este caso, el exceso de trabajo intelectivo, el
desgaste sexual y la falta de aire puro y ejercicio.
Tratamiento: Suprimir
las causas apuntadas adoptando una vida higiénica y tranquila. Al
activar la piel se descongestionan las entrañas. Las frutas crudas,
ensaladas y almendras dulces son los alimentos más indicados para
estos enfermos. Hay estómagos tan degenerados que no toleran esta
dieta, pudiendo entonces comenzar con fruta cocida para pasar poco a
poco a comerla cruda.
Como
aplicación local es indispensable la cataplasma de lodo sobre todo
el vientre al dormir y aun en el día. Puedo asegurar que la acidez
estomacal desaparece antes de 20 minutos con esta aplicación. Seguir
con perseverancia el Régimen de Salud para normalizar la digestión.
Úlceras del estómago
Esta
dolencia sólo puede ser resultado de un grave y crónico
desequilibrio térmico del organismo, lo cual explica que sea muy
rara en los niños, presentándose generalmente después de los
treinta años. Las úlceras estomacales pueden ser pequeñas y leves
o bien grandes y graves comprometiendo la parte superficial de la
pared del estómago o un segmento más profundo.
No
se trata de una herida local, en todo caso, sino del efecto de la
inflamación generalizada del estómago. La agrura o acidez estomacal
frecuente es la causa más común de la úlcera, siendo también esta
circunstancia la que más dificulta su curación. El consumo
abundante de carnes conduce a la acidez y ésta a la úlcera.
Hay
otras causas que favorecen su desarrollo: constitución débil de
este órgano por herencia, fragilidad de la piel, comidas demasiado
calientes, consumo de helados, mala masticación, exceso en las
comidas, uso continuo de medicamentos, alcohol, café y en general,
mal régimen alimenticio.
Como
señal casi segura de la existencia de úlcera estomacal tenemos los
dolores después de comer, vómitos especialmente si contienen
sangre, pérdida de sangre de color café por la boca o por el
intestino. Los dolores suelen presentarse una hora o dos después de
comer. Sin embargo, la úlcera puede existir sin causar molestias e
inclusive por sí misma sin que se de cuenta el enfermo cuando su
estado general es bueno.
Es
importante poder distinguir cuando una hemorragia proviene del
estómago, de los pulmones o de los intestinos. El color de la sangre
nos indica su origen: si es del estómago es más o menos obscura,
generalmente coagulada y mezclada con restos de alimentos; si es de
los pulmones será de color rojo vivo y espumosa. Cuando la sangre
aparece en las evacuaciones con color café viene del intestino.
En
ocasiones suele haber sangre de color natural en las evacuaciones, la
cual es descarga de la congestión de venas hemorroidales y no es
peligrosa, siempre que se procure la normalidad digestiva.
Tratamiento: Mi
Régimen de Salud mediante el Equilibrio Térmico del cuerpo, realiza
con cierta facilidad la curación de las úlceras estomacales sin
dejar consecuencias nocivas, como la estrechez del píloro o la caída
del estómago que producen los medios artificiales.
Se
debe tratar todo el cuerpo para mantener el Equilibrio Térmico.
Cuando se produce una hemorragia es indispensable el reposo absoluto
en cama, y para disminuir la presión de la sangre en el estómago se
mantendrá día y noche la cataplasma de lodo sobre el vientre,
cambiándola cada cuatro horas. También la cataplasma de cuajada de
leche renovada cada ocho horas es muy eficaz como descongestionante.
Los
dos primeros días conviene abstener al paciente de alimentos y sólo
podrá beber con frecuencia pequeños sorbos de agua fresca,
alternando con una tisana de cola de caballo y flores de árnica. Si
hay estreñimiento se aplicará lavativa de agua fría natural, pero
esto no debe hacerse sino tres días después de producida la
hemorragia, para evitar remover la herida si ésta es intestinal.
El
tercer día el enfermo podrá tomar jugos de lechuga rallada y
estrujada, o de manzana, leche de almendras dulces machacadas, jugo
de uvas, de zanahoria, etcétera, todo a temperatura natural. Durante
diez días la alimentación será líquida, en pequeñas cantidades y
cada dos horas, pudiendo agregarse a lo anterior, lechadas de nueces
peladas y machacadas o de avellanas en la misma forma, pero coladas.
Una
o dos cucharadas de aceite puro de oliva tomado diariamente en la
mañana, sirve de suavizante de las 'paredes del estómago. Más
adelante se podrá comer quesillo fresco, panela, jocoque o yogurt
una o dos veces al día y, poco a poco, fruta blanda mondada y, si se
desea, agregar alguna sopa a mediodía, de avena colada o de verduras
en la misma forma, para ir paulatinamente consumiendo frutas todavía
sin cáscara.
Después
de un mes de este régimen ya se puede seguir otro menos estricto,
más o menos dentro de las siguientes indicaciones: Desayuno - Fruta
fresca madura sin piel, repitiéndola si se desea. Comida - Hortaliza
tierna bien masticada (lechuga), papas cocidas con miel y un pedazo
de quesillo. Poco pan y tostado sólo si no se han comido papas.
Cena
- Frutas como en el desayuno. Almendras o nueces muy bien masticadas
pueden servir de acompañamiento a las frutas ácidas. En caso de
afección aguda de la úlcera no debemos comer ensaladas ni pan
integral, en su lugar puré de papas o de verduras.
La
leche está absolutamente prohibida en estas dolencias del estómago
porque se
avinagra,
produciendo el perjudicial ácido láctico. En cambio el quesillo
fresco o panela es un alimento muy fresco y desinflamante que ayuda a
la cicatrización de las úlceras. La lechada de arcilla, preparada
con una o dos cucharaditas de arcilla en un vaso de agua fresca bien
revuelta es purificadora descongestionante y cicatrizante.
También
recomendamos la tisana de hojas de toronjil cuyano, dondiego de la
noche y matico, alternando con cola de caballo o matico, salvia y
dondiego de la noche. Más adelante, cuando no haya dolores ni
molestias, se irá variando la alimentación al gusto del enfermo,
pero siempre exclusivamente a base de vegetales, frutas y ensaladas.
Siempre
dormir con cataplasma de lodo sobre todo el vientre hasta que
desaparezcan las molestias. Ya en pie, el enfermo aplicará frotación
de agua fría a todo el cuerpo al despertar, además de dos baños
genitales al día con estómago desocupado. Aun cuando el enfermo se
sienta restablecido, deberá seguir un régimen de vida juicioso,
especialmente en cuanto a la alimentación. Indefinidamente seguirá
mi Régimen de Salud.
Casos: Un
10 de diciembre de hace algunos años recibí la siguiente carta de
Ramón Lozano Luna: "Cinco años sufrí del estómago hasta
llegar a la úlcera del píloro, según el diagnóstico de los
médicos. En el transcurso de mi enfermedad intervinieron más de
quince médicos de las Facultades de París, Londres, Madrid y
Santiago de Chile.
Hace
dos meses me hicieron análisis y los médicos insistieron en la
urgencia de operarme. Cuando ya no podía ingerir alimento, pues
devolvía todo con horribles dolores, aunque un tanto incrédulo,
decidí visitarlo a usted. Practicando sus consejos de salud a los
diez días dejé de tener dolores. A los nueve días pude comer
haciendo perfecta digestión y a los veinte comía jamón, ejotes,
embutidos y todo lo comestible.
Respecto
a bebidas, no las probaba desde hacía cinco años y hoy, con gran
satisfacción por parte mía, bebo coñac, whisky, champaña y vino
de todas clases, si sentir la menor molestia. "Excuso decirle,
querido Maestro, que me he convertido en el paladín más ardiente de
sus consejos y Doctrina de Salud, ya que a los 29 años, siguiendo
las prescripciones médicas, me había convertido en un cadáver
insepulto. Con respeto, admiración y cariño, queda a sus ordenes,
eternamente agradecido su Afmo. y S.S." Firmado Ramón Lozano
Luna.
Vómitos
El
acto de expulsar violentamente por la boca el contenido del estómago,
o en algunos casos del intestino, se llama vómito. Náuseas es el
deseo o ganas de vomitar. En general los vómitos denuncian
irritación del estómago, intestino o del cerebro y sistema
nervioso. Apendicitis, peritonitis y meningitis, van acompañadas de
vómitos.
Durante
el embarazo estos se producen cuando hay un estaño de desarreglo
digestivo previo y no son naturales, a pesar de la creencia
generalizada. La mujer que desde la concepción se somete a mi
Régimen de Salud nunca padecerá de náuseas ni de vómitos, y
tendrá la seguridad de un desenlace feliz, sin dolores, al mismo
tiempo que un niño sano.
Tratamiento: Por
regla general, al haber vómito se deben suprimir los alimentos y
tomar sólo agua pura o conjugo de limón a traguitos cortos y
seguidos. Colocar compresas frías sobre el estómago y el vientre,
cuidando la reacción al cubrir con lana.
Dormir
con cataplasma de lodo sobre todo el vientre, lo que también se
puede utilizar durante el día. De ser posible, baños genitales. Las
infusiones tibias de menta, salvia o romero son calmantes del
estómago y alivian los vómitos. Si hay estreñimiento se aplicará
lavativa de agua fría.
Cólera
Esta
dolencia se caracteriza por violenta fiebre gastrointestinal.
Comienza con diarrea acompañada de sed y postración de las fuerzas.
Esta diarrea aumenta las evacuaciones que al inicio presentan aspecto
bilioso, luego seroso y después parecido a granos de arroz. Hay
dolores en el vientre y vómitos; mucha sed como consecuencia de la
gran fiebre, o sea, inflamación del aparato digestivo; calambres en
la piernas con adormecimiento de las mismas por mala circulación.
Más
adelante, baja la temperatura exterior del cuerpo con enfriamiento de
pies y manos al mismo tiempo, que aumenta la fiebre interna que se
manifiesta en pulso débil y rápido, aproximándose así la muerte.
Tratamiento: Lo
más importante es normalizar la temperatura al provocar fiebre
curativa en la piel y combatir la calentura destructiva en las
entrañas. Para lograrlo se deben seguir las instrucciones dadas para
la fiebre o calentura.
Fiebre tifoidea (tifus abdominal)
Estos
son los nombres de la dolencia caracterizada por temperatura alta con
oscilaciones y consiguiente postración. A los ocho días de empezada
la crisis, suelen aparecer manchas rosáceas en la piel del vientre,
la lengua se seca y está sucia, hay pérdida de apetito, dolor de
cabeza y diarrea o estreñimiento. El rostro del enfermo tiene un
aspecto abatido con la boca abierta y los ojos apagados.
El
tifus sólo aparece cuando el cuerpo ha acumulado toxinas en gran
cantidad por mal régimen de vida. Estas materias extrañas por
alguna causa entran en fermentación y se disgregan, obligando al
organismo a un activo trabajo de defensa contra la intoxicación,
exigiendo mayor actividad eliminadora, al estimular las defensas
orgánicas y favorecer la expulsión de las materias morbosas,
mediante repetidas aplicaciones de agua fría, el cuerpo saldrá
victorioso de esta crisis y conseguirá una purificación tan
completa que habrá eliminado hasta taras hereditarias
y otros males crónicos.
La
duración del tifus varía según el recargo morboso del enfermo y el
tratamiento utilizado. En pocas dolencias como en esta el uso de
medicamentos suele ser tan pernicioso. Al complicarse suele producir
hemorragias intestinales, perforación del in-testino, seguida de la
mortal peritonitis, meningitis, pulmonía, albuminuria, miocarditis,
etcétera.
Tratamiento: El
enfermo de tifus que siente calor y sed debe beber agua o cualquier
otra bebida refrescante en cantidades pequeñas cada vez. Conviene
mantener los pies siempre calientes, haciendo paquete de rodillas o
piernas todos los días en la mañana. En la tarde, cuatro a seis
frotaciones para los enfermos robustos y tres o cuatro para los
débiles. Cuando en los adultos el pulso suba de 100 pulsaciones por
minuto, aplicar un baño de tronco, tal como se indica en el párrafo
de la fiebre.
Fajado
de lodo alrededor de la cintura y mejor aun del tronco completo sobre
todo durante la noche. Prohibición de cualquier alimento no crudo,
sólo frutas, ensaladas y nueces. Como bebida purificadera se
recomienda el té de limpia plata, corteza de encina, anís y menta
con miel.
Si
hay repugnancia por los alimentos, agregar ajenjo en el té.
Tratándose de niños menores de cuatro años, se les podrá dar como
alimento panela o quesillo fresco, avena macerada, lechada de
almendras o nueces peladas. Para preparar éstas últimas, se
machacan las semillas, se agrega agua natural y se cuela la mezcla
con un cedazo fino, cuidando de no agregar azúcar pues se combina
mal con las frutas oleaginosas.
Es
un grave error de los médicos aplicar bolsas de hielo para evitar
congestión en los casos de complicaciones cerebrales o abdominales,
pues el hielo paraliza la circulación de la sangre. Para
descongestionar la cabeza u otra parte del cuerpo no hay nada igual a
la cataplasma de lodo, o bien de panela o cuajada de leche cuya
acción dura ocho horas más o menos, porque no sólo descongestiona,
sino que además absorbe las substancias morbosas.
Como
calmante del sistema nervioso, recomiendo la compresa fría,
especialmente de lodo, sobre la espina dorsal y la nuca, cambiándola
cada 20 minutos por espacio de una hora a hora y media. Diariamente
se harán paquetes, frotaciones, cataplasmas y fajados de lodo, así
como baños de tronco hasta lograr que el pulso se normalice en 70
para los adultos y 80 para los niños.
De
este modo el enfermo quedará curado en 20 días y su organismo
estará purificado. Todo lo expuesto se añade a las indicaciones de
los Primeros Auxilios.
Tifus exantemático
Esta
dolencia, análoga a la anterior, se manifiesta con manchas en la
piel y es de fácil propagación por medio de los piojos. Sin
embargo, la picadura del parásito no tiene ningún efecto en un
cuerpo con sangre pura.
Tratamiento: Es
el mismo que para el tifus abdominal, complementado con las
indicaciones de Primeros Auxilios. Con frotaciones diarias cada hora,
alternando con baños de tronco, lodo sobre el vientre durante la
noche y dieta cruda, esta peste deja de ser peligrosa. En cambio, el
tratamiento con sueros y vacunas es de nefastas consecuencias, como
se comprobó en Santiago de Chile cuando murieron centenares de
infelices enfermos vacunados por orden de las autoridades de salud
auxiliadas por la fuerza pública.
Hígado
Funciones
y enfermedades: El
hígado es la glándula más voluminosa de nuestro organismo y está
situada al costado derecho, inmediatamente debajo del pulmón. En la
parte inferior del hígado está la vesícula biliar, bolsita que
sirve de depósito a la bilis, que es un líquido amarillento
secretado por este, a través del cual el hígado expulsa substancia
extrañas provenientes de la digestión.
En
un adulto normal, el hígado produce más o menos un litro de bilis
cada día. Esta materia excrementicia es análoga a la orina y
envenena la sangre si no es evacuada por el intestino diariamente. Su
función es básica para la vida, pues constituye una de las más
importantes defensas orgánicas al purificar la sangre venenosa y los
productos de la digestión.
Además,
emulsiona las grasas y favorece la expulsión de los excrementos, ya
que la bilis sirve como lubricante purificador de los intestinos.
Como todos los órganos esenciales para la vida, el hígado es muy
resistente. Sin embargo, los continuos desarreglos digestivos lo
irritan, congestionan y degeneran sus tejidos.
El
alcohol, las drogas y medicamentos, el exceso de grasas y los
excitantes como el chile, la pimienta, los condimentos, el té, el
café, etcétera, irritan al hígado y dificultan sus funciones. El
estreñimiento es el mayor enemigo del hígado. La cirrosis es el
endurecimiento o degeneración del hígado como resultado de
inflamación crónica.
Su
causa más común es el alcoholismo y aunque su diagnóstico es
fatal, puede aliviarse con el tratamiento que se indica más
adelante. La congestión del hígado puede ser resultado del
desarreglo en la circulación de la sangre a causa de la presión de
fajas, corsés u otras ligaduras.
También
es consecuencia de la prolongada irritación de los tejidos por
amontonamiento de substancias extrañas en la sangre. Se manifiesta
por sensación de peso y molestia en el costado derecho, donde se
encuentra localizado el hígado.
Tratamiento: Para
descongestionar el hígado lo primero es dejarlo descansar,
sometiéndose a ayuno por uno o dos días, seguidos por dieta de
frutas, alternando con ensaladas y sopas espesas de verduras o
cereales. La cataplasma de lodo sobre todo el vientre durante la
noche es el mejor descongestionante.
Si
hay dolor, se aplicarán saquitos o bolsitas calientes estrujadas de
semillas de pasto miel, haciendo previa fricción fría, como se
explica en el párrafo sobre el dolor. Dos o tres baños genitales al
día y Lavado de la Sangre. En casos agudos seguir los Primeros
Auxilios y, en los crónicos, el Régimen de Salud.
Este
iris del ojo derecho revela estado inflamatorio de la zona del
hígado. Como se ve, la inflamación del hígado deriva de la
congestión de la zona digestiva. De aquí que toda dolencia hepática
sea efecto de desarreglos graves de la función digestiva.
Cálculos biliares, cólico hepático
Los
cálculos biliares son acumulaciones de substancias extrañas en la
vesícula biliar, como resultado de desarreglos digestivos crónicos,
en que las materias morbosas se endurecen hasta convertirse en
verdaderas piedras. El cólico hepático es un síntoma claro de la
existencia de cálculos biliares, pues se origina en la acción del
organismo que trata de expulsar alguna piedrecilla que, al pasar por
el conducto que vacía la bilis en el intestino, roza sus delicadas
paredes, produciendo penosísimos dolores en la parte derecha del
vientre, bajo las costillas, llegando a veces a comprometer la
espalda y el brazo derecho.
Además
del dolor, generalmente hay vómitos y mareos, durando el ataque un
período que puede ser de varias horas hasta días. Los cálculos
expulsados salen con los excrementos. La medicina suele "curar"
extrayendo la vesícula, con lo que la causa del mal sigue en pie y
tan sólo inutiliza los órganos. Los cálculos grandes no molestan
ni pueden eliminarse. El organismo los retiene sin peligro aumentando
el volumen de la vesícula.
Tratamiento: Para
eliminar las piedrecillas ya formadas, conviene tomar al acostarse
unos cien gramos de aceite de oliva y, al despertar, una fuerte dosis
de aceite de ricino. Beber en ayunas un vaso de cocimiento de lechuga
hervida durante diez minutos, ayuda a la expulsión de piedras de la
vesícula y los riñones. Durante el cólico, el enfermo guardará
reposo en cama, siguiendo régimen de Primeros Auxilios. Bolsitas
calientes de semillas de pasto miel contra los dolores y cataplasma
de lodo sobre el vientre, durante la noche.
Ictericia o hepatitis
Se
da este nombre a la presencia de bilis en la sangre, la cual da una
coloración amarilla a la piel y al blanco de los ojos. Su causa es
el mal funcionamiento del hígado como resultado de malas digestiones
y régimen medicamentoso. Esto suele producir un estado catarral en
la mucosa del conducto biliar, que obstruye el paso de la bilis,
provocando que ésta vuelva al hígado y se mezcle, con la sangre.
Durante
la expulsión de los cálculos también puede producirse esta
obstrucción. El color amarillo es síntoma inequívoco de esta
dolencia y se presenta también en las mucosas de la boca, las uñas
y la orina. El color suele ser amarillo verdoso. En cambio, debido a
la falta la de bilis, los excrementos aparecen descoloridos.
El
restablecimiento es fácil mediante la activación de la piel del
enfermo, aunque se dificulta cuando ha habido intervención
medicamentosa.
Tratamiento: Si
hay debilidad, se debe guardar cama. Dieta estricta de frutas y
ensaladas crudas sin sal. Al despertar y al acostarse se beberá un
vaso con dos cucharadas de linaza entera, macerada desde la noche
anterior, para favorecer la eliminación de la bilis y facilitar las
evacuaciones.
Es
conveniente tomar zumo exprimido de lechuga cruda, alternando con
alguna infusión de ajenjo o un té de limpia plata, semillas de
enebro y salvia o menta, dos veces al día. Para eliminar la bilis de
la sangre es necesario transpirar por medio del Lavado de la Sangre,
cuando el enfermo está en pie.
En
cama, se hará paquete diariamente de 11 a 12 del día; el primero
entero, el segundo medio y el tercero de piernas, volviendo a
repetirlos en el orden indicado hasta que desaparezca el color
amarillo de los ojos. Frotación de agua fría al despertar y faja
derivativa o de lodo sobre vientre y riñones para dormir.
Colocar
bolsitas calientes de pasto miel, previa fricción de agua fría y
cambiadas cada veinte minutos sobre el hígado para descongestionar.
En verano, cuando el enfermo está en pie, se pueden reemplazar las
frotaciones con pitón o chorro frió. Los baños genitales, también
sustituyen estas aplicaciones.
Durante
6 a 10 días, tomar en ayunas la siguiente infusión: para un vaso de
agua, un manojo de canchalagua del grueso de un dedo, una naranja
amarga partida por la mitad y tajeada en cruz, tres tallos de col de
cinco centímetros, también cortados en cruz y dos cucharadas de
azúcar tostada. Se prepara en la noche dejándola al sereno.
Intestinos
Funciones
y enfermedades: Los intestinos se dividen en delgado y grueso. Su
función es tan importante que la parte principal de la digestión se
realiza en el intestino delgado, donde los alimentos, después de
haber sido sometidos a la digestión bucal y estomacal, pancreático
y la bilis. La mayor parte de las substancias alimenticias son
absorbidas en el intestino delgado.
Cuando
hay diarrea y las evacuaciones son líquidas, significa que los
alimentos no han sido bien digeridos y asimilados. Si las
evacuaciones son demasiado secas, eso demuestra atonía intestinal
con intoxicación de la sangre. El mal olor denota
putrefacción
intestinal que desnutre e intoxica.
Durante
la digestión los intestinos hacen consecutivos movimientos
peristálticos, semejantes a los que hace un gusano para moverse,
cuya finalidad es mezclar las materias alimenticias y empujar los
residuos hasta el recto para su expulsión. Además de los desechos
de la digestión, el tubo digestivo también expulsa otras
substancias extrañas al cuerpo.
Esto
explica que un dolor de cabeza pueda aliviarse al descargar el
vientre, que una fiebre alta ceda con frecuentes evacuaciones o que
una afección renal, siempre causada por impurezas en la sangre, se
alivie activando las funciones eliminadoras del intestino.
Si
nos alimentamos de frutas, ensaladas y semillas crudas, la duración
del proceso digestivo es de una a dos horas. Los alimentos cocidos
requieren de una digestión de dos a tres veces más prolongada.
Quien come tres veces al día y sólo evacua una vez, padece de un
leve grado de estreñimiento. Lo normal es desocupar el vientre al
levantarse y antes de acostarse cada día.
La
mejor postura para evacuar es en cuclillas, como lo hace la gente en
el campo. El uso de taza o excusado dificulta la libre y completa
evacuación. El mortífero estreñimiento es causado por la
alimentación antinatural, falta de ejercicio y el aire viciado,
aunque también puede ser hereditario.
Tratamiento: Adoptar
dieta refrescante es fundamental, comiendo la cantidad que se desee a
la hora en que acostumbramos. La buena masticación es muy
importante. La cataplasma de lodo sobre el vientre, al menos durante
la noche, es desinflamatoria y cicatrizante y el medio más seguro
para restablecer la normalidad digestiva, especialmente combinada con
el diario Lavado de la Sangre.
Para
regular el intestino o calmar las diarreas se puede tomar una
cucharada grande de linaza entera en infusión todos los días al
despertar.
Diarrea
Este
es el nombre de las evacuaciones líquidas y frecuentes que
constituyen una verdadera defensa orgánica que elimina las materias
corrompidas del cuerpo, generalmente producidas por las
putrefacciones intestinales. Es el síntoma más importante de los
estados inflamatorios y catarrales conocidos con el nombre de
enteritis, (inflamación del intestino delgado) gastroenteritis
(intestino delgado y estómago)
y enterocolitis (ambos intestinos).
La
diarrea puede producir de cuatro a diez o más evacuaciones en un
día, generalmente unidas a cólicos o dolores del vientre.
Tratamiento: Cataplasma
de lodo día y noche, renovándola cada seis horas. Ayuno durante uno
o dos días, bebiendo sólo agua, en el caso de los adultos. Infusión
de manzanilla, salvia o ajenjo. Dieta cruda, especialmente de
nísperos y membrillos aun cuando no estén maduros, alternada con
lechadas de almendras dulces y panela o cuajada de leche si se trata
de niños.
La
papilla de manzanas ralladas durante dos o tres días seguidos como
único alimento da excelentes resultados. Al despertar conviene tomar
el jugo de un" limón sin azúcar, en media copa de agua o mejor
de linaza, como se indicó antes. Para calmar los dolores y combatir
la fiebre también el bañó genital es útil.
El
Lavado de la Sangre es indispensable para activar la piel de los
adultos, y los paquetes para los niños. Cortar o detener las
diarreas con medicamentos es un grave error.
Catarro intestinal crónico
Las
diarreas mal tratadas, lo mismo que el tratamiento medicamentoso del
tifus, producen enteritis, colitis y enterocolitis crónicas. En
ocasiones las diarreas se alternan con estreñimiento y generalmente
presentan eliminación de mucosidades junto con las deposiciones.
En
estos casos no hay fiebre al exterior, pero sí al interior, la
nutrición es deficiente, dando lugar a flacura, anemia, debilidad,
falta de ánimo, excitación nerviosa, tristeza, mal humor, etcétera.
Tratamiento: Dieta
cruda de frutas y ensaladas que deben ser muy bien masticadas. Diaria
frotación de agua fría al despertar, ortigando previamente la piel
si es necesario Si es posible, tomar en ayunas, al menos durante tres
días seguidos, una taza de zumo de ortigas, con mitad de agua y miel
de abeja. La manzana rallada es excelente.
Cataplasmas
de lodo al menos en la noche y Lavado de la Sangre cada día para los
adultos. Baño genital una o dos veces al día. Los niños pueden
hacer este lavado al sol o, en su lugar, paquetes, alternando el de
sobacos a rodillas con el de cintura a pies.
Enterocolitis muco membranosa
Esta
afección de los intestinos produce evacuaciones con mucosidades y
membranas, ya sea diariamente o con intervalos. Suele ser acompañada
de cólicos más o menos intensos y es más común en las mujeres que
en los hombres.
Tratamiento: Análogo
al anterior. Los niños seguirán el régimen de Primeros Auxilios.
Úlceras del intestino
La
úlcera del intestino puede estar sin producir molestias al enfermo,
presentándose sorpresivamente una hemorragia junto con las
evacuaciones, como resultada de una crónica anormalidad digestiva.
Sin embargo, mucho antes de que se presente la hemorragia, han habido
molestias como pesadez en el vientre, dolores, eructos, frialdad
crónica en los pies, etcétera.
Tratamiento: Se
trata de la misma forma que la úlcera estomacal y, obviamente, debe
seguirse el multicitado Régimen de Salud.
Cáncer de los intestinos
Este
avanzado desarreglo se caracteriza por un estreñimiento crónico
acompañado por dolores en el vientre, alrededor del ombligo. Las
evacuaciones suelen presentar mucosidades y un poco de sangre,
teniendo muy mal olor.
Tratamiento: El
tratamiento es similar al señalado para el cáncer de estómago,
siendo el Lavado de la Sangre, en combinación con baños genitales,
cataplasma de lodo y dieta cruda lo único capaz de salvar al
enfermo.
Apendicitis
El
apéndice queda en la parte inferior del ciego, al lado derecho del
vientre. Es un órgano muy importante cuya misión es secretar
antitóxicos para neutralizar los venenos que se producen en las
putrefacciones intestinales. La apendicitis es la irritación de este
órgano a causa de fermentaciones pútridas en el ciego, por
alimentación antinatural, vida relajada y, generalmente,
estreñimiento.
Extirpar
el apéndice es tan absurdo como sería cortar la nariz para curar un
resfriado. Los cirujanos aseguran que el apéndice no sirve para
nada. Sin embargo, al igual que las amígdalas, el apéndice es una
defensa orgánica contra los tóxicos. Es cierto que al descuidar o
tratar inadecuadamente la apendicitis, puede presentarse un proceso
purulento con ruptura de sus paredes que no deja tiempo para
tratamiento natural.
Cuando
hay un proceso destructivo gangrenoso con peritonitis, se impone la
intervención quirúrgica para extirpar los tejidos dañados y salvar
al enfermo de una muerte segura. Pero de aquí a tratar todos los
casos de apendicitis con cirugía hay una enorme distancia.
La
extirpación del apéndice acorta la vida del operado al restarle
defensas y dejarlo con una cicatriz intestinal que impide el correcto
movimiento de ese órgano. Los síntomas de esta dolencia son:
dolores agudos que repentinamente se presentan al lado derecho de la
parte inferior del vientre, no permitiendo la menor presión en este
punto.
Calentura
o fiebre y en muchos casos vómitos y estreñimiento que algunas
veces se alterna con diarrea. Si la lengua está seca, el pronóstico
es más desfavorable, mientras que si está húmeda muestra un
proceso inflamatorio menos grave. El pulso, al principio, suele ser
de 80 a 100 pulsaciones por minuto, pero si sube más, es que la
inflamación se agrava. Si está rápido y débil, el peligro es
inminente.
Tratamiento: Cataplasma
de lodo, de panela o cuajada de leche sobre el vientre de día y de
noche, cambiándola cada 5 o 6 horas. O bien compresas frías de 4 o
6 dobleces que se renuevan cada hora. El reposo en cama es
indispensable. Las frotaciones se aplicarán en el mismo lecho. Si no
hay evacuaciones, lavativa de agua fresca, colocando al paciente
acostado de espaldas.
Beber
agua en poca cantidad cada vez, tomar limonadas sin azúcar, jugo de
naranjas, zanahorias, uvas o manzanas como único alimento,
alternando con fruta fresca de la estación. No se deben aplicar
bolsas de hielo sobre el vientre, pues su efecto dificulta la
circulación de la sangre.
Una
vez pasado el peligro, seguir régimen vegetariano, con abundancia de
frutas. Se recomienda continuar con la cataplasma de lodo sobre el
vientre durante la noche. Practicar indefinidamente el Régimen de
Salud.
Casos: Roberto
del Río, un hombre de treinta años, fue víctima de apendicitis.
Cuando ya estaba acordada una intervención quirúrgica, decidió
consultarme. Con la primera cataplasma de lodo sobre todo el vientre
desaparecieron los dolores del apéndice y la pierna derecha.
Se
siguió con el lodo toda la noche y dieta cruda de frutas. Al día
siguiente cuando llamé para conocer su estado, su esposa me dijo que
se había ido a trabajar como de costumbre.
Estreñimiento o constipación
Esta
es la dolencia más grave que aqueja a la humanidad. Con estos
nombres se denomina al atraso e insuficiencia en las evacuaciones
intestinales. Hay muchos grados de estreñimiento, desde una
evacuación diaria, hasta los casos en que se defeca solo una vez
cada dos, tres y hasta siete días.
La
alimentación inadecuada de la gente de las ciudades, aunada a la
falta de ejercicio y la herencia malsana, hacen que el estreñimiento
sea frecuente aun entre los niños pequeños.
La
mayoría de las personas piensan que basta con una evacuación diaria
y no se dan cuanta que padecen de estreñimiento. Sin embargo, lo
normal sería evacuar tantas veces como comidas hagamos en el día.
Pero aun con evacuaciones frecuentes puede haber escasa eliminación
intestinal.
El
pan, la leche, las harinas refinadas, los huevos blandos, las carnes,
el arroz blanco y los quesos retrasan el movimiento intestinal,
mientras que el pan integral de cualquier grano, la avena, las frutas
y semillas de árboles, las verduras y la miel de abeja lo activan.
El
uso continuo de laxantes o purgantes, lejos de curar esta dolencia,
con el tiempo provoca un estado de irritación e inflamación crónica
del intestino, que conduce a su degeneración y a un estreñimiento
cada vez más pertinaz. Los purgantes no sólo son innecesarios, sino
que están contraindicados, pues irritan el intestino provocando la
fiebre interna que se trata de combatir.
El
abuso de las lavativas también es nocivo porque produce relajación
intestinal. La costumbre de resistir a los deseos de evacuar conduce
a la inactividad del mismo. Es necesario acostumbrarse a evacuar
diariamente en horarios precisos. Es bueno tomar un vaso de agua, de
ser posible con miel de abeja, a traguitos al despertar y al
acostarse, pues además de activar las funciones intestinales,
ablanda las materias que a veces se resecan debido a la fiebre
interna.
El
uso de la taza o excusado dificulta la normal función eliminadora,
por lo que es necesario adoptar la posición en cuclillas como lo
hace la gente del campo.
Tratamiento: Ante
todo, régimen alimenticio a base de frutas y ensaladas crudas.
También cereales integrales, hortalizas, verduras, frutas
oleaginosas, miel de abejas, leche fermentada o yogurt y agua en
pequeños tragos. Se prohíben
las carnes, pescados,
quesos fuertes, pan blanco, arroz blanco, cacao, chocolate, dulces,
pasteles, café, té y leche, lo mismo que los farináceos secos.
En
los niños basta con dieta de frutas y semillas, frotación de agua
fría al despertar y lodo sobre el vientre durante la noche para
normalizar su digestión. Para adultos, uno a tres baños genitales.
En el verano, en su lugar, diario baño de pitón a mediodía.
Cataplasma
de lodo, compresa o faja derivativa durante la noche. Diariamente
Lavado de la Sangre y ejercicio físico con flexiones de piernas y
tronco. Es indispensable endurecer la piel con frotaciones y chorros
fríos.
Como
laxante, los adultos ingerirán en ayunas una cucharada de linaza
entera en infusión desde la noche anterior, junto con 4 o 6
ciruelas. Se puede agregar una cucharadita de miel de abejas. Para
los niños, generalmente basta con la dieta de fruta, pero de ser
necesario, reducir a la mitad la cantidad de linaza y los otros
ingredientes.
El
jugo o zumo de papa, especialmente con jugo de limón, es buen
laxante y purificador del intestino. Está indicado en el
estreñimiento, el empacho y hasta en ca-sos de diarrea. A los niños
se les puede dar diariamente, en ayunas, una cucharada de la
siguiente mezcla: zumo de papa cruda, una cucharadita de jugo de
limón, una cucharadita de aceite de oliva y unos granitos de sal.
Para
obtener el jugo de la papa, rallar con todo y cáscara y exprimir con
un lienzo o un colador fino. Para la mezcla anterior basta con dos
papas de tamaño regular. Los adultos deberán seguir el Régimen de
Salud.
Lombrices
Las
lombrices son parásitos que viven en el intestino del hombre. Hay
tres clases de lombrices:
1.
las grandes, 2. las pequeñas, llamadas oxiuros, y 3. la tenia o
solitaria. Los huevos de las lombrices penetran en el aparato
digestivo, con alimentos vegetales mal lavados que tuvieron contacto
con aguas que acarrean excrementos, aunque los de la tenia vienen en
las carnes crudas.
Las
lombrices se crían en organismos debilitados por fiebre interna y
desarreglos digestivos crónicos. Un organismo sano las expulsa antes
que se desarrollen. Hay muchos signos que indican la presencia de
lombrices, pero el más seguro es percatarse de su existencia cuando
son expulsadas.
Tratamiento: Es
indispensable normalizar la digestión, adoptando un régimen análogo
al que se usa para combatir el estreñimiento. Además del régimen
de frutas crudas, las cebollas, los ajos y las zanahorias favorecen
la expulsión de las lombrices.
La
tenia o solitaria sólo se encuentra en personas que comen carne y
para expulsarla también sirven las fresas y las nueces. Asimismo el
arándalo o mirtilo, el helécho macho y las pepitas de calabacita
muchas veces hacen salir toda la tenia, lo cual es importante, pues
mientras permanece la cabeza dentro, la tenia sigue regenerándose.
Para
expulsar la tenia se puede seguir un tratamiento como este: dos días
seguidos zanahorias, cebollas y ajos crudos con o sin pan integral.
Al final de esos dos días tomar un purgante de aceite de ricino.
Después de que éste hace efecto, aplicar lavativa de medio litro de
agua fresca y observar si se expulsa la cabeza de la tenia, que es la
parte más pequeña del animal.
Casos: Un
enfermo me relató lo siguiente:
"Expulsé
una tenia de más o menos doce metros de largo que se alojaba en mi
intestino desde hacía quince años. Para lograrlo, estuve dos días
comiendo solamente ensaladas de cebollas con ajos y nueces. Al
acostarme tomé cada día una copita de horchata de pepitas de
calabaza o zapallo. Al tercer día tomé un purgante de aceite de
ricino. Al hacerme efecto el purgante, me senté en una cubeta que
contenía un dedo de leche caliente, expulsando íntegro mi molesto
huésped."
Peritonitis
El
peritoneo es la membrana que envuelve todas las vísceras del
abdomen, menos los riñones. La inflamación del peritoneo por
acumulaciones de substancias extrañas, o a consecuencia de otras
dolencias como cuando se perfora el apéndice, es una enfermedad muy
grave que requiere de la asistencia de un experto en mi sistema.
Tratamiento: En
general se recomienda absoluto reposo en cama con las piernas algo
recogidas. Sobre todo el vientre mantener permanentemente una
cataplasma de lodo que se cambia cada 4 o 6 horas. Cada vez que
cambiamos el lodo se hace frotación de agua fría desde el cuello
hasta la planta de los pies, abrigando sin secar durante una hora y
cuidamos de mantener calientes los pies.
La
alimentación será exclusivamente de fruta cruda y en pequeña
cantidad cada vez. Repetir las aplicaciones diariamente hasta que el
enfermo se sienta bien y el pulso baje a 70 por minuto. En lo demás
seguir las instrucciones de Primeros Auxilios.
Ano
El
ano es el orificio donde termina el intestino y que da salida a los
excrementos. Las dolencias más comunes del ano son: prolapso del
recto, inflamación del ano, tumores, fisuras y fistulas.
Todos estos achaques demuestran una defensa orgánica y no deben ser
suprimidos directamente; debe buscarse su causa que, por lo general,
está en las malas digestiones crónicas. Veamos cada uno de estos
males.
Prolapso del recto
Generalmente
ocurre en niños y mujeres y consiste en la salida del recto al
defecar. Su causa común es estreñimiento que debilita los músculos
correspondientes.
Tratamiento: Normalizar
la digestión refrescando el interior del vientre con cataplasma de
lodo durante el sueño y observar régimen vegetariano con mucha
fruta. Fortificar los órganos y músculos del bajo vientre con
ejercicios gimnásticos, especialmente flexiones y derivar las
materias morbosas por medio de baños genitales (mujeres) o de
asiento (niños) diariamente. Compresas o cataplasmas calientes para
facilitar la introducción del intestino. Para los adultos, Régimen
de Salud.
Inflamación del ano
Las
diarreas, los accidentes, tumores, afecciones de los órganos
genitales o la introducción de cuerpos extraños pueden provocar
este mal cuyo tratamiento es análogo al anterior. Si el enfermo está
en cama, seguir ¡as indicaciones de Primeros Auxilios. Como
aplicación local, cataplasma de lodo o de cuajada de leche cruda.
Tumores en el ano
Este
mal es consecuencia de acumulación de materias morbosas debido a
desarreglos digestivos crónicos, siendo el estreñimiento su causa
más frecuente.
Tratamiento: Dieta
exclusivamente cruda y tratamiento de Primeros Auxilios si se guarda
cama; si no, Régimen de Salud: aplicar fajado de lodo alrededor del
vientre y riñones,
y también entre las piernas con un lienzo delgado.
Fisuras o grietas en el ano
Son
úlceras estrechas y alargadas que duelen mucho durante o después de
evacuar. Se originan y mantienen por crónicos desarreglos
digestivos. Tratar como el prolapso del recto y especialmente con
cataplasma de lodo sobre el vientre toda la noche en combinación con
otra en la parte afectada.
Fistulas del ano
La
fistula es
un canal que abre el organismo para dejar pasar substancias extrañas
de abscesos o tumores y, lógicamente no debe cerrarse porque esto
impediría la obra defensiva del organismo. Su causa es la
acumulación de impurezas como consecuencia cíe putrefacciones
intestinales, fiebre interna y mal régimen alimenticio.
Tratamiento: Normalizar
la digestión, refrescando las entrañas con cataplasma de lodo sobre
todo el vientre durante la noche y, favorecer las eliminaciones
mediante diario Lavado de Sangre en la mañana y baños genitales en
la tarde, una o dos veces, de 20 a 40 minutos de duración.
Dormir
con faja derivativa sobre vientre y riñones, en forma de T, si no se
usa el lodo, que es más eficaz. Sobre la boca de la fistula,
mantener constantemente emplasto de fenogreco, que se cambia cada 8 o
10 horas. En lo demás, seguir el Régimen de Salud.
Almorranas o hemorroides
Con
este nombre se designa a la inflamación y dilatación de las venas
que terminan en el recto y el ano. La dilatación permanente de las
venas se llama varices
y
las almorranas son várices del final del recto. El ensanchamiento de
las venas obedece a la debilidad de los tejidos de sus paredes, a
causa de la acumulación de materias extrañas en la trama celular y
también por obstáculos en la circulación de la sangre, como fajas,
ligas, cinturones, zapatos apretados, embarazo anormal o tumores e
inflamaciones del útero que cambian su posición.
Esta
dolencia sólo puede existir por malas digestiones crónicas y
especialmente como efecto del estreñimiento. Con frecuencia se
expulsa sangre y otros humores por las almorranas, al punto que
produce debilitamiento general. Sin embargo, es peligroso suprimir
artificialmente estos procesos, pues le sirven al organismo para
descargar materias malsanas que atacarían a otros órganos.
La
operación o extirpación de las hemorroides no restablece la salud,
pues no se purifica la sangre. Cambiarán los síntomas y las
materias morbosas que buscaban su salida por abajo, subirán a la
cabeza acarreando males mayores.
Tratamiento: Hay
que purificar la sangre normalizando la digestión con régimen
vegetariano y derivar la fiebre interna hacia el exterior. Baños de
tronco o genitales dos a tres veces al día. Lavado de Sangre o
paquete de sobaco a pies si se guarda cama.
Durante
la noche, faja derivativa sobre vientre y riñones en forma de T,
pasando también entre las piernas y mejor aún lodo sobre vientre y
entrepiernas y parte adolorida. En casos agudos, seguir las
indicaciones de los Primeros Auxilios y en casos crónicos el Régimen
de Salud.
Bazo
Este
órgano glandular se sitúa en el lado izquierdo del vientre y es uno
de los encargados de la defensa del organismo, al destruir
substancias extrañas y tóxicas tanto de origen intestinal como
medicamentoso. La intoxicación medicamentosa siempre se revela en el
iris de los ojos en la zona del bazo, en donde aparecen manchas o
inflamaciones.
Tratamiento: En
casos agudos síganse las instrucciones de Primeros Auxilios y en los
casos crónicos el Régimen de Salud.
Dientes
Los
dientes y las muelas desempeñan un importantísimo papel en nuestra
economía orgánica, especialmente en la buena digestión y, como
consecuencia, en formar sangre pura. El individuo que se alimenta de
frutas, semillas y ensaladas crudas no sufre de caries ni suciedad de
la dentadura, como le sucede al hombre civilizado.
A
fin de evitar los inconvenientes de la comida cocinada y las
putrefacciones intestinales es necesario asear la dentadura
diariamente usando un cepillo adecuado y agua con cenizas de romero.
Las pastas dentífricas son perjudiciales porque casi todas contienen
piedra pómez o creta, que gastan el esmalte y suben las encías.
Es
necesario examinar la dentadura todos los años, tapar las caries y
sacar las piezas dentales que no pueden componerse. Los dolores de
muelas se alivian con cataplasmas de lodo renovadas en cuanto se
calientan. El paquete de pantorrillas y el chorro de rodillas,
descargando la congestión de la cabeza, mitiga dicha dolencia.
También la piorrea o supuración de las encías tiene su origen en
las putrefacciones intestinales por fiebre crónica en las entrañas.
Tratamiento: Si
se sueltan los dientes, recomendamos frecuentes buches del siguiente
cocimiento: por partes iguales, hervir durante 10 minutos Limpia
plata o cola de caballo, raíz de tormentilla, raíz de genciana,
flores de árnica y sal de cocina. La cataplasma de lodo sobre la
parte correspondiente de la cara es inmejorable para afirmar los
dientes atacados de piorrea. Se aplicará diariamente por lo menos
durante la noche. Seguir el Régimen de Salud.
Otros padecimientos del aparato digestivo
Cólicos: Por
cólico se entiende el dolor producido por el espasmo o contracción
violenta, de cualquiera de los tubos que conducen alguna sustancia en
el organismo, como son los intestinos; el colédoco, canal que
conduce la bilis del hígado al intestino y cuya contracción muy
dolorosa se conoce como "cólico hepático"; el uréter,
que conduce la orina del riñón a la vejiga y cuya contracción se
llama "cólico nefrítico"; etcétera.
Tratamiento: Para
quitar estos dolores es preciso descongestionar las entrañas
congestionando
la piel. Paquete largo en la mañana y seis frotaciones en la tarde
cada día. Durante la noche, cataplasma o fajado de lodo alrededor
del vientre y riñones. Como aplicación local, saquitos o bolsitas
calientes de semillas de pasto miel o flores de heno, según se
explica en el párrafo Dolor.
Las
cataplasmas de linaza sirven de igual manera. El frío también es
calmante sobre todo aplicado con lodo cuando la parte afectada está
caliente. También se puede usar la panela o cuajada de leche o la
cataplasma de papa cruda rallada como desinflamante. El ayuno o
régimen estricto de frutas o ensaladas crudas es indispensable.
En
casos agudos, además de lo dicho, seguir las instrucciones de los
Primeros Auxilios y el enfermo crónico seguirá el Régimen de Salud
indefinidamente.
Diabetes
azucarada: Esta es la alteración del metabolismo que imposibilita
al cuerpo asimilar y aprovechar el azúcar de los alimentos, viéndose
el organismo obligado a expulsar por la orina esta sustancia que, de
quedar en su interior, le perjudicaría como cualquier materia
extraña.
La
acidificación de la sangre por fermentaciones pútridas del
intestino, hace necesario expulsar el azúcar destinado a aumentar el
proceso de fermentación ácida
que se origina por fiebre
interna. Así pues, la eliminación de azúcar es favorable y no debe
suprimirse con drogas como insulina, sino atender el origen del
desarreglo que está en la digestión, refrescando el tubo digestivo.
Esta
dolencia causa víctimas entre las personas que abusan de la buena
mesa y privan a su cuerpo de ejercicio, aire puro y actividad
eliminadora de su piel. La orina del diabético es abundante,
llegando a tres o más litros diarios, lo cual provoca sed
insaciable. Además puede haber insomnio, dolor de cabeza, picazón
cíe la piel, trastornos de la vista y debilidad general. Suele
sobrevenir gran apetito, pero el enfermo adelgaza a pesar de comer
mucho, pues el organismo no
aprovecha
debidamente los alimentos.
Este
iris del ojo derecho revela la gran inflamación del aparato
digestivo característica del diabético, afectando también el
hígado y el riñón correspondiente. Esta inflamación crónica y
calentura interna, va
unida a anemia de la piel, extremidades y cerebro que se manifiesta
en la nube lechosa en la periferia del iris.
En
el diabético cualquier herida se transforma en úlcera supurante
como resultado de la tendencia curativa del organismo, que procura
deshacerse de las impurezas de su sangre producidas las malas
digestiones crónicas. La medicina se empeña en desaparecer el
azúcar de la orina por medio de medicamentos y régimen antinatural
de alimentación, suprimiendo los alimentos que pueden producir
azúcar y reemplazándolos por carnes y otros productos concentrados.
Esto
intoxica aún más al enfermo y obliga al aparato digestivo a un
mayor trabajo lo cual se suma al debilitamiento del paciente. Por lo
tanto no es de extrañar que consideren que la diabetes es una
enfermedad incurable. Para librarse de esta dolencia es preciso
adoptar un régimen alimenticio a base de frutas crudas, ensaladas y
semillas, sin importar el que se ingiera o no azúcar natural, pues
sólo interesa restablecer la normalidad digestiva para poder formar
sangre pura.
El
diabético está desnutrido e intoxicado por putrefacciones
intestinales causadas por la fiebre interna y la inactividad de su
piel. Los alimentos que más convienen al diabético son: el
aguacate, las manzanas, fresas, frutillas, naranjas, nísperos,
cerezas, nueces, almendras, avellanas, aceitunas sin sal, aceite.
También
ciertos alimentos cocidos: pan integral (poco), sopas de avena o
verduras, espárragos, alcachofas, callampas u hongos, coles,
coliflor, ensaladas de apio, lechugas, espinacas, y otros al vapor
como ejotes, chícharos, habas tiernas, pencas, tallos crudos,
cebollas, tomates, pepinos, rábanos, etcétera.
Ejemplo de un menú para diabéticos:
Al
despertar un vaso de agua pura o con jugo de limón. Desayuno -
Manzanas o naranjas (una a tres). En general, fruta cruda de la
época. Comida - Una ensalada abundante, especialmente lechugas, una
tortilla de verduras con huevos y un poco de queso fresco o panela,
si se desea. De postre manzana asada o almendras.
Cena
- Una ensalada abundante, taza de caldo de cereales (hervir trigo,
maíz, cebada y avena), o de verduras con o sin una yema de huevo y
un poco de pan integral con nueces requesón o panela.
Tratamiento: La
piel de los diabéticos es muy débil y se presenta seca y fría. El
tratamiento debe procurar endurecer este órgano y activar sus
funciones. Recomiendo frotación de agua fría al despertar,
ortigando previamente todo el cuerpo. Baños genitales de 20 a 30
minutos dos o tres veces al día.
Es
indispensable el Lavado de Sangre diario. Cataplasma de lodo sobre el
vientre en la noche. Vida al aire libre con ejercicio moderado y
abrigo que permita la circulación de aire en la piel. Seguir con
perseverancia el Régimen de Salud. La hoja de la morera, en
infusión, como agua pasto, alivia al diabético.
Casos: Un
hombre de 50 años me consultó luego de tres años de tratamientos
infructuosos de la diabetes. En ese momento tenía 55 gramos de
glucosa por mil de orina y al año de practicar mi Régimen de Salud,
su azúcar había bajado a 12 por mil, a pesar de haberse permitido
alimentación libre, con abundancia de frutas, miel de abejas, papas,
fréjoles,
fideos, arroz, pan, etc., los cuales le habían sido antes prohibidos
por ser productores de azúcar.
Suprimió
todas las medicinas y diariamente se aplicó frotación de agua fría
en todo el cuerpo al despertar, Lavado de la Sangre, baño genital
por la tarde y lodo en el vientre en la noche.
Disentería
Con
este nombre se denomina la inflamación de los intestinos con
lesiones predominantes en el intestino grueso, caracterizada por
evacuaciones frecuentes con sangre, dolores en el vientre y ano,
pujos y deseos continuos de defecar. A causa de la calentura interna
que consume a estos enfermos y de la pérdida periódica de líquidos
en las evacuaciones, generalmente hay mucha sed, falta de eliminación
por la orina, anemia y sequedad de la piel.
Tratamiento: Para
aliviar esta dolencia, lo mismo que las diarreas, es preciso ayunar,
bebiendo sólo agua o comiendo fruta ácida o no bien madura, en
pequeñas cantidades. Además, hay que refrescar profundamente el
vientre congestionando la piel con el Lavado de la Sangre para los
adultos. Los niños usarán paquete de sobacos a rodillas cada mañana
para descongestionar el vientre y favorecer la eliminación cutánea.
En
la tarde frotación de agua fría a todo el cuerpo, repitiéndolo
tres o más veces si se guarda cama. La aplicación de lodo fresco
sobre todo el vientre, por lo menos en la noche, desinflama y
desirrita las mucosas del aparato digestivo, cicatrizando sus
lesiones.
Puedo
asegurar que con lodo en el vientre y fruta cruda se combate con
éxito toda afección del aparato digestivo, siempre que haya
constancia en el tratamiento. Sin perjuicio de lo expuesto, en casos
agudos síganse las instrucciones para Primeros Auxilios y en casos
crónicos el Régimen de Salud.
Autor: Manuel Lezaeta Acharan
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