APARATO RESPIRATORIO

Salud Natural en Línea

Los pulmones

Funciones y enfermedades. Los pulmones son órganos esponjosos que ocupan la mayor parte de la cavidad torácica, siendo más grande el pulmón derecho que el izquierdo debido al lugar ocupado por el corazón. Son la parte esencial del aparato respiratorio y del sistema circulatorio de la sangre. De ellos salen los bronquios que se juntan en un tubo grande llamado tráquea. Para llegar a los pulmones, el aire pasa por la nariz, la laringe, la tráquea y los bronquios.

Las finísimas paredes de los capilares y las vesículas del pulmón hasta donde llega el aire, permiten el intercambio de substancias gaseosas y energéticas, cuyo fin es suministrar a la sangre oxígeno y otros elementos contenidos en el aire, y eliminar de ella ácido carbónico y otras substancias perjudiciales a la salud. Este intercambio permite el constante enriquecimiento y purificación de la sangre. 

Los movimientos respiratorios sirven para hacer entrar el aire ambiental y luego expulsar el ya gastado. Además, este movimiento acciona la circulación de la sangre que depende en segundo lugar del corazón, el cual más bien sirve como su regulador. Así como para una buena nutrición estomacal es importante la calidad de los alimentos, para realizar normalmente la nutrición pulmonar, es menester respirar siempre aire puro.

El estado de salud de los pulmones se puede determinar con tan sólo hacer respiraciones profundas. Si estas son satisfactorias, el estado de salud de los pulmones lo será igualmente. El aire impuro o tóxico debilita y degenera los pulmones, acumulando substancias extrañas en ellos. La congestión de estos órganos es producida por sobre actividad cardíaca, estimulada por la calentura o fiebre interna del vientre, fenómeno característico de los tísicos. 

La causa de las dolencias de los pulmones radica en la mala nutrición con aire viciado o impuro y con alimentos de origen animal que, al exigir un prolongado esfuerzo digestivo, desarrollan fermentaciones malsanas, que desnutren e intoxican al organismo.

Tratamiento: Las dolencias de los pulmones se caracterizan por el debilitamiento general del individuo provocado por desnutrición e intoxicación progresiva. De modo que las afecciones pulmonares sólo desaparecen normalizando la digestión, al activar la piel del enfermo, producir fiebre curativa en su piel y refrescar sus entrañas. Régimen crudo de frutas y aire puro a toda hora son alimento y medicina insustituibles. Agregar frotaciones de agua fría, previa ortigadura en la mañana y aun al acostarse y seguir el régimen de salud.
Aparato Respiratorio

Pulmonía: Inflamación del pulmón

Esta dolencia tan frecuente se presenta en forma sorpresiva, con escalofrío y temperatura elevada, hasta de 41 grados. La respiración es dificultosa, hay postración y dolores en el pecho o costado, que aumentan al tratar de hacer respiraciones profundas. También hay dolor de cabeza, falta de apetito, tos y expectoración, la cual siempre es favorable. Los esputos, escasos al principio, aumentan después, pudiendo tener color algo rojo o castaño, debido a la presencia de sangre que escapa a causa de la excesiva presión congestiva.

Utilizando mi sistema, la pulmonía suele hacer crisis favorable al quinto o séptimo día, después de lo cual empieza a bajar la fiebre. La fiebre interna despierta la sed y la respiración es corta, frecuente y fatigosa.

Tratamiento: Los adultos se aplicarán seis frotaciones de agua fría cada día, precedidas de ortigaduras en todo el cuerpo. Cataplasma de lodo sobre el vientre y la zona adolorida, al menos en la noche. La cataplasma de panela sobre el pecho y la espalda es buen descongestionante. Recomendamos sudar mucho, para lo cual se beben limonadas calientes. 

Si no hay ortigas, mantener la piel acalorada con bolsas de agua o botellas. Si no se quiere recurrir al lodo como aplicación local para combatir punzadas y dolores, aplicar cataplasmas calientes de pasto miel o linaza. Tratándose de niños, seguir los consejos para Primeros Auxilios.

No se debe beber nada frío y, en cambio, tomar un té de tusilago, liquen islándico, ortiga y menta a temperatura tibia. Dieta cruda y lavativas si es necesario. Cuando el pulso haya bajado a 80 por minuto, los adultos seguirán el Régimen de Salud.

Bronconeumonía

Esta afección es más grave que la pulmonía, pues la inflamación se extiende hasta los bronquios, además de los pulmones. Se desarrolla con frecuencia durante el curso del sarampión la coqueluche o tos convulsiva, la influenza o gripe, la bronquitis, la fiebre tifoidea, etcétera, cuando estas dolencias son tratadas indebidamente por medio de medicamentos.

Tratamiento: Tratada por medios artificiales, la bronconeumonía suele dejar secuelas en órganos respiratorios débiles y mayores complicaciones. Se debe tratar como la pulmonía y utilizar las instrucciones de los Primeros Auxilios, especialmente cuando se trata de niños.

Resfriado o enfriamiento

La victima de éste mal siente en su piel y extremidades dominadas por el frió, mientras su corazón y pulso se aceleran influidos por el alza de la temperatura interna. Éste brusco desequilibrio térmico explica los escalofríos, precursores de la fiebre que no tarde en mostrarse en el exterior. Resfriado e indigestión son compañeros inseparables. Estos estados constituyen el punto de partida y apoyo de toda dolencia.

Tratamiento: Para producir fiebre externa y refrescar las extrañas, se aplican seis frotaciones desde la cama tanto a los adultos que no guarden cama mejor tomarán el Lavado de la Sangre en la mañana y dos o tres baños genitales en la tarde. Cataplasma de lodo durante la noche. Como dieta, fruta cruda a la hora y en la cantidad que se desee.

Pleuresía

La pleura es la membrana serosa que cubre los pulmones y su capa externa se adhiere a la pared torácica. La inflamación de la pleura se llama pleuresía, que puede ser seca, purulenta o serosa, según produzca o no pus líquida entre la pleura y el pulmón.

Esta afección comienza con violento dolor de costado y elevación de la temperatura, hay dificultad para respirar, debido a la acumulación de líquido en la pleura comprime el pulmón. También hay tos seca. La pleuresía purulenta es más grave y a veces se acompaña de albuminuria.

Tratamiento: La pus acumulada en la pleura puede ser eliminado por los bronquios, expulsándose por la boca y por la nariz; o bien salir por la piel lo que favorecemos con aplicaciones calientes de linaza o de semilla de pasto miel, como se explica en la sección Dolor. 

Durante el sueño recomendamos cataplasma de lodo sobre el vientre y la región afectada. El líquido de la pleuresía serosa puede ser reabsorbido por la sangre y eliminado por los desaguaderos naturales, para lo cual es eficaz el baño genital repetido dos o tres veces al día. 

El Lavado de la Sangre es indispensable para favorecer la curación en los adultos. En general, los casos agudos se tratan de acuerdo con los Primeros Auxilios y los crónicos siguiendo el Régimen de Salud.

Asma

Recibe este nombre la afección de los órganos respiratorios que se manifiesta por respiración fatigosa y más o menos sonora. Si aparece sólo por períodos, puede considerarse como mal funcionamiento accidental de éstos órganos, lo cual es fácil de curar. El asma propiamente dicha, es una dolencia crónica que afecta los pulmones y el corazón.

Sus raíces están en el mal funcionamiento intestinal a causa de fiebre interna y anemia de la piel. Por lo general, y a pesar de sus apariencias, el asma no es una enfermedad peligrosa salvo cuando los ataques son muy frecuentes y debilitan al corazón y, por lo tanto, decaen las fuerzas corporales.
Aparato Respiratorio
Tratamiento: Se debe procurar mantener suelto el cuello y respirar aire puro siempre. El tratamiento va dirigido a congestionar la piel y a normalizar la digestión, refrescando el interior del vientre con baños genitales y cataplasmas de lodo durante la noche. Dieta sin carnes, condimentos, ni excitantes, mejor sólo frutas curas y ensaladas. En casos agudos, sígase el tratamiento para Primeros Auxilios. Las frotaciones de agua fría conviene hacerlas previo ortigamiento de la piel para descongestionar los bronquios.

Como bebida, el Padre Tadeo recomendaba un té de limpiaplata, liquen islándico y tusilago.

Si está comprometido el corazón, vigilar la digestión y el enfermo guardará reposo en cama con la cabeza y el pecho levantados, cuidando de mantener los pies y las manos calientes con ortigadura de todo el cuerpo antes de cada frotación.

Los ejercicios al aire libre, son muy eficaces para combatir el asma y una vez que el enfermo se pueda levantar, seguirá el Régimen de Salud.

Casos: Ramón Tirado, de Sinaloa, se aplicó el tratamiento natural después de siete años de padecer un asma calificada de incurable por los médicos alópatas. Al cabo de un mes y medio de seguir los concejos contenidos en éste libro se encontraba en perfecto estado de salud. Incluso el ex–enfermo envió una constancia "Sin que me la haya solicitado el autor del libro, sino como una propaganda para su obra que considero una verdadera maravilla".

Rebeca de Arechavala, con tan sólo 26 años de edad, estaba imposibilitada para caminar porque se ahogaba. Cinco médicos no pudieron ayudarle. Su esposo la sometió al régimen prescrito en éste libro y desde el primer Lavado de la Sangre pudo volver a caminar. A los ocho días de seguir el Régimen de Salud, la antigua asmática había recuperado su salud, la que conserva sin abandonar el sistema.

Ramón escribe al autor: "Mi único hijo, desde los cinco años y durante catorce más, padecía un asma rebelde a todo tratamiento. Siguiendo sus sabios consejos, en tan sólo 28 días desaparecieron definitivamente los terribles ataques que la martirizaban cada noche" Han transcurrido más de seis años y el joven Ramón es excursionista y practica deportes sin sentir la más mínima molestia.

Nariz

La nariz es el órgano destinado a defender la entrada de las vías respiratorias. El sentido del olfato reside en sus sensibles mucosas, maravillosa defensa que nos permite evitar la ingestión de alimentos o substancias perjudiciales y nos denuncian olores malsanos que debemos evitar. Los conductos nasales retienen el polvo del aire y gradúan la temperatura del mismo antes de que entre en los bronquios y los pulmones.

Para que la función respiratoria sea normal, es preciso el buen funcionamiento de las vías nasales. Estas suelen verse afectadas por irritación de sus mucosas en forma aguda o crónica, obligándonos a respirar anormalmente por la boca. El origen de esa inflamación es la fiebre gastrointestinal.

El catarro se caracteriza por la irritación crónica o aguda de la mucosa nasal y generalmente viene como consecuencia de resfriados; es decir, del desequilibrio térmico del cuerpo. Se trata de una defensa orgánica, que permite descargar la cabeza de las materias perjudiciales que han subido hasta ahí desde el vientre.

Los pólipos nasales son procesos inflamatorios de los cartílagos y tabique nasal. El origen está en la fiebre del interior del vientre y de nada sirven las intervenciones quirúrgicas.

Se llama ozena a la fetidez de la exhalación nasal que revela depósito de materias corrompidas en las fosas nasales. La veniaden causa está en el vientre, aunque exista cierta anormalidad anatómica que la propicie.

La sinusitis o inflamación de la mucosa que tapiza las cavidades denominadas senos frontales y maxilares constituye un caso similar.

Tratamiento: Afiebrar la piel con el Lavado de la Sangre para los adultos o con las seis frotaciones en la canta para los niños y adultos.

Baños genitales y cataplasma de lodo sobre el vientre durante la noche. Dieta cruda. Régimen de Salud en casos crónicos y Primeros Auxilios en los agudos.

Bronquios

Este es el nombre de los conductos que van desde la tráquea a los pulmones, dividiéndose en ramificaciones cada vez más pequeñas hasta terminar en tubos finísimos y, por fin, en vesículas cuyas paredes permiten el intercambio del aire con la sangre.

Su función es conducir aire puro del exterior a todas las partes de los pulmones y expulsar el mismo aire después de ser utilizado, junto con otros desechos orgánicos.

Las dolencias de los bronquios son resultado de aire corrompido y debilitamiento de la piel, que obliga a las impurezas a buscar salida al exterior por sus mucosas. Como siempre, las materias impuras que vienen del interior son fruto de las fermentaciones pútridas intestinales causadas por fiebre interna. La inactividad de la piel dificulta la expulsión por los poros y las materias impuras irritan las mucosas, produciendo las inflamaciones agudas o crónicas que conocemos con el nombre de catarro.

Las impurezas del aire como polvo, gases tóxicos y humo de tabaco también afectan estos órganos, cuyas dolencias se denominan bronquitis aguda o catarro de los bronquios, bronquitis crónica, bronconeumonía, asma bronquial y coqueluche o tosferina. La naturaleza de estos estados es la misma: congestión de las mucosas y anemia de la piel, por lo cual el tratamiento siempre consiste en refrescar las entrañas y afiebrar la piel.

Tratamiento: Se debe normalizar la digestión combatiendo la fiebre interna. Seguir cuentes ortigaduras generales seguidas de frotaciones frías en casos graves. Respirar aire puro y practicar las respiraciones profundas es indispensable.

En casos agudos seguir las indicaciones de los Primeros Auxilios y en casos crónicos las del Régimen de Salud.

La tisana de cola de caballo, liquen islándico, ortigas, tusilago, altea y un poco de fenogreco es eficaz como disolvente a cucharada cada hora.

Gripe, influenza o dengue

Estos nombres se aplican a procesos catarrales que constituyen una típica crisis curativa, que elige sus víctimas entre individuos recargados de substancias extrañas por vida antinatural, pero que tienen fuerza vital suficiente para reaccionar con energía contra las materias morbosas.

Los síntomas son: fiebre, dolor de cabeza, sobre todo en las órbitas de los ojos y malestar general, como si lo hubieran apaleado a uno. Ademas escalofríos que denotan la presencia de mayor fiebre interna que externa.

Tratamiento: La fiebre cederá con dieta de frutas y ensaladas crudas. Para la sed consumir sólo agua pura con limón, alternando con un té de limpiaplata, flores de sauco, altea, ortigas y liquen islándico. Lavativa si es necesario.

Para sudar en la cama, el tratamiento más sencillo y eficaz consiste en aplicar una rápida frotación de agua fría cada hora abrigando sin secar el cuerpo. Seis a ocho frotaciones el primer día. Si la piel está fría se ortigará o restregará con trapo seco de lana antes de la frotación para calentarla. Dormir con fajado de lodo alrededor del vientre y los riñones. Faja derivativa de dos o tres hojas, si no hay lodo. 

En lo general seguir las instrucciones de Primeros Auxilios. Una vez pasada la calentura, para evitar recaídas, el enfermo guardará cama uno o dos días más, durante los cuales se harán tres a cinco frotaciones diarias. La alimentación aumentará conforme lo desee el paciente. Una vez en pie, seguir el Régimen de Salud.

Amígdalas o anginas

Las amígdalas o anginas son dos gandulas situadas a los lados de la garganta, que desempeñan el papel de guardianes defensores del organismo contra substancias extrañas que circulan en la sangre. No sólo destruyen materias impuras que vienen de afuera, sino también las que circulan en el fluido vital. 

Por esto su inflamación denuncia sangre viciada y malas digestiones y eliminaciones. Cuando están crónicamente inflamadas, los médicos creen que extirpándolas ha desaparecido el enemigo. El resultado es tan absurdo, que los órganos defensores del interior deben recargar su trabajo, en especial el apéndice, que tiene funciones similares a las de las anginas. 

El hígado también ve forzado su trabajo, especialmente si el apéndice ha corrido la misma suerte que las anginas y se le ha extirpado. Puedo asegurar que estas dos mutilaciones acortan en diez o más años la vida del sujeto.

Tratamiento: Durante la crisis aguda con abstenerse de alimentos, especialmente sólidos. Beber limonada repetidas veces y en poca cantidad, alternando con jugos de uva, naranja, zanahoria y manzana. Una o dos veces al día se puede hacer gárgaras con cocimiento de limpia plata, flores de árnica y un poco de fenogreco. 

Seguir las indicaciones de los Primeros Auxilios. Cataplasma de leche cuajada bien fría o de lodo como aplicación local día y noche. En casos crónicos los adultos seguirán el Régimen de Salud y un poco más suave para los niños.

Inflamaciones y úlceras de la garganta

Toda afección de la garganta revela sangre maleada como efecto de desarreglos digestivos crónicos y deficiente alimentación cutánea, o bien es producto de superación sofocadas.

Así como la piel tiene innumerables poros por donde el cuerpo expulsa las impurezas, las mucosas están provistas de multitud de glándulas que secretan mucus, destinado a defender al organismo de impurezas que vienen del exterior o del interior, destruyendo las substancias dañinas y neutralizando las toxinas.

Cuando un enfriamiento contrae súbitamente los poros y detiene por un tiempo la constante acción eliminadora de la piel, las substancias extrañas se dirigen al interior, congestionando e inflamando las mucosas. Este es el origen de las pulmonías, inflamaciones de los riñones, bronquios, nariz, garganta, tráquea, etcétera. 

Si no existe acumulación de substancias extrañas, no puede producirse ninguna de estas alteraciones, que el vulgo atribuye al frío o a los cambios de temperatura del ambiente. Las dolencias, pues, no vienen del exterior, sino del interior.

Tratamiento: Las afecciones agudas de la garganta se tratan con las indicaciones dadas por los Primeros Auxilios. Las gárgaras de jugo de limón, o un poquito de fenogreco, son excelentes desinflamantes y purificadoras de la garganta. Seguir el Régimen de Salud es la recomendación general.

Difteria y crup

La llamada difteria es una dolencia caracterizada por aparición de falsas membranas en la garganta, a causa de acumulación de substancias extrañas en el organismo. Temperatura más o menos elevada, vómito, delirio, convulsiones, palidez anormal, voz gangosa, dificultad para tragar, hinchazón de los ganglios del cuello, son los síntomas de la difteria. Las complicaciones que pueden sobrevenir son la bronconeumonía y la propagación de la difteria a la laringe, que se llama Crup.

Crup es la falsa membrana interna con inflamación de la mucosa en la laringe, lo que hace muy difícil la entrada de aire a los pulmones con ruido estridente y disnea. La sofocación es cada vez más frecuente hasta que se hace continua; volviéndose la cara de color azulado con peligro de asfixia. Esta dolencia ataca a los niños hasta los ocho años y es gravísima. 

Sólo podemos salvar a la víctima cuando oportunamente se aplica el tratamiento adecuado y el enfermo posee órganos sanos. Las víctimas del crup por lo general son hijos de padres recargados de materias extrañas por desarreglos digestivos y deficiente eliminación cutánea.

Tratamiento: Para auxiliar a estos enfermos hay que refrescar el interior del vientre a fin de detener la fermentación de materia extrañas, activar la piel y congestionarla para atraer al exterior la fiebre interna y la congestión de los órganos respiratorios.

Aplicar, en la mañana, paquete o envoltura húmeda de sobacos a pies, alternando con cintura a pies. En la tarde, frotaciones de agua fría cada hora, de 4 a 6 veces, ortigando previamente el cuerpo para asegurar la reacción. Durante la noche cataplasma de lodo alrededor de vientre y riñones, mejor aún si se envuelve todo el tronco con lodo. Alrededor de la garganta y sobre el pecho pueden aplicarse emplastos de lodo o cuajada de leche, panela o jocoque.

En caso de ataques de asfixia, con una regadera aplicar chorro de agua fría desde los pies hasta las rodillas, luego se deja caer el agua por la espalda desde la nuca y, sin demora, el enfermo vuelve a la cama. Cada vez que vuelven los ataques se repite también este riego.

Si la fiebre es muy alta, recomendamos baño de tronco en lugar de frotaciones y baños genitales de cinco de duración en las mujercitas.

Este es el tratamiento más lógico y seguro. Si es necesario, se deben activar las eliminaciones intestinales con lavativa de agua fría. Aire puro día y noche, sólo jugos de frutas o frutas enteras si las pueden tragar u horchatas de almendras dulces. Gárgaras de jugo de pina fresca o de limón las veces que se pueda. En lo demás seguir el Régimen de Salud.

Tisis y tuberculosis

Precisando concepto. La confusión entre los términos tisis y tuberculosis es un error muy generalizado. La tisis se caracteriza simplemente por la incapacidad respiratoria del enfermo, sin que necesariamente haya destrucción de los tejidos pulmonares, como es en el caso de la tuberculosis. Esta insuficiencia deriva del congestionamiento crónico de los órganos respiratorios debido al ritmo cardíaco constantemente acelerado, como producto de fiebre gastrointestinal. De modo que la tisis es el equivalente de la simple "calentura", sólo que localizada en los órganos internos.

La tuberculosis es la destrucción de cualquier tejido, no necesariamente pulmonar, sino la piel, los huesos, etcétera. Esto significa que puede haber enfermos de tisis que no tuberculosis y viceversa.

Examinando el iris de numerosos enfermos desahuciados de tuberculosis, he descubierto que sus pulmones, gravemente lesionados según los rayos X, en realidad estaban libres de las supuestas lesiones tuberculosas. El tísico sufre de un desequilibrio térmico que le hace incluso sentir frío en la piel mientras que la fiebre devora sus entrañas. El origen de esta anomalía se encuentra en los excesivos esfuerzos del aparato digestivo para procesar alimentos inadecuados.

Las madres propician la tisis de sus hijos al privarlos del pecho antes de que completen su dentadura, la cual los capacita para cambiar de alimento.

El tísico está doblemente mal nutrido, por los malos alimentos que no logra asimilar y por su dificultad para nutrirse con el aire. Es esto lo que crea un terreno favorable para que se desarrolle el bacilo de Koch, supuesto causante de la enfermedad. En realidad la causa sigue siendo la fiebre gastrointestinal.

En cuanto a la tuberculosis, de hecho son muy pocos los casos existentes de este mal. Como ya lo anotamos, en general reveladas por los rayos X no son verdaderas, las hemorragias que sufren los supuestos tuberculosos suelen ser causadas únicamente por la congestión sanguínea de sus pulmones. La única y verdadera causa de todos estos padecimientos es siempre la presencia de desarreglos digestivos crónicos causantes de fiebre interna, aceleración del ritmo cardíaco y la consecuente congestión de los órganos que manifiestan la dolencia.

Tratamiento: El sujeto calificado de tísico o tuberculoso buscará aire puro día y noche, pues este es el primer alimento y la primera medicina. Tomará baños de aire frío al amanecer o antes de acostarse, todo el año. Al despertar, se aplicará frotación de agua fría en todo el cuerpo, ortigando previamente la piel y vistiéndose sin secar o volviendo a la cama hasta estar seco. Hará ejercicio moderado al aire libre, respiraciones profundas y, de ser posible, ascensión de cerros evitando siempre la fatiga.

Entre las diez y las once del día los adultos tomarán mi Lavado de la Sangre y los niños harán envoltura húmeda al menos cada tercer día, alternando la envoltura de sobaco a rodillas con la de sobacos a pies, durante una hora. Los otros días se aplicarán chorros parciales de agua fría, alternando los de piernas con los de brazos y espalda.

A mediodía recomendamos reposar a la sombra de un árbol o junto a la ventana con las piernas al sol y con el menor abrió posible sobre la piel.

A las tres o cuatro de la tarde, baño de pitón, asegurándose antes que la piel esté bien caliente. Los adultos pueden tomar baño genital de media hora en lugar del anterior. Los jóvenes, baño de Just, y si el enfermo guarda cama se recomienda hacer seis frotaciones de agua fría, una cada hora.

Durante la noche se dormirá con cataplasma de lodo sobre el vientre y las partes adoloridas. Cuando haya erupciones o postemas en la piel o supuraciones de los huesos, aplicar fenogreco sobre las llagas, después de vapores parciales de limpia plata y flores de árnica. Si el sujeto no tiene hambre, sólo comerá frutas crudas, ensaladas, aceitunas y semillas de árboles. Los alimentos cocidos sólo se tomarán al mediodía, cuando el pulso baje de 80 pulsaciones por minuto y haya francamente hambre. 

En todo caso, comer poco cada vez y sólo si se tiene hambre. Si hay diarrea aplicar lodo sobre el vientre aun en el día y se preferirá la fruta ácida, no bien madura. Queda prohibido el uso de camisetas y ropa interior adherida al cuerpo; abrigar superficialmente, usando mantas y sobretodos para asegurar la ventilación de la piel. Este régimen puede seguirse indefinidamente, moderando algo las aplicaciones de agua fría en el invierno.

Hay que señalar que el "neumotorax" es una aplicación tan perniciosa que puede acortar la vida a la personas que se lo aplican, porque las cicatrices de las agujas que se introducen en el tórax producen adherencias que imposibilitan el libre funcionamiento de los pulmones afectados. Obviamente, la cirugía pulmonar es aún peor.

Como controlar la mejoría: Cómo controlar la mejoría. Si el enfermo nota decaimiento de sus fuerzas al comenzar nuestro régimen no se debe alarmar. El cuerpo que expulsa venenos no puede debilitarse, si además incorpora la vida acumulada en frutas, verduras y semillas crudas. Con esta cura natural se sienten deseos de reposa, de no hacer nada, no por pérdida de vitalidad, sino por la falta del estímulo aniquilador de los tóxicos que se eliminan. 

Esa laxitud es un buen síntoma y no debe ser combatida con excitantes. La observación del pulso y de las evacuaciones intestinales del enfermo son los puntos de referencia que nos permitirán constatar el avance de la curación. Si las pulsaciones por minuto disminuyen, eso indica descenso de la fiebre gastrointestinal. 

Si el vientre evacúa abundantemente en la mañana y en la tarde, se asegura la buena eliminación intestinal. Además, es preciso que los excrementos sean abundantes, compactos, color bronceado y libres de olor malsano. Eso demostrará la buena asimilación de los alimentos y la consecuente formación de sangre pura.

El aumento de la tos y las expectoraciones revela mayor actividad defensiva del organismo que procura descargar el pecho de materias extrañas. Las hemorragias no indican necesariamente la destrucción de tejidos pulmonares, sino el alivio de la congestión existente.

La eliminación activa de pus en los tumores y postemas o la simple erupción cutánea es un buen síntoma de alivio en los casos de tuberculosis de la piel o los huesos.

La pérdida de carnes y de peso durante el tratamiento es síntoma de la expulsión de impurezas, así que no debe alarmarnos.

Casos: Años atrás tuve la oportunidad de auxiliar al joven Ulises Martínez, quien cumplía dos años de estar en cama diagnosticado de tuberculosis en la espina dorsal. Le habían enyesado de la cadera a los hombros, su mirada era indiferente, su pulso miserable y su respiración muy débil. 

Aplicando mi tratamiento durante dos meses el enfermo se puso de pie y a los ocho días paseaba por la ciudad. Siete años después supe que se encontraba en perfecto estado de salud.

En otra ocasión, di tratamiento a una mujer de 25 años, la señora W., quien había sido desahuciada de tuberculosis pulmonar. En esas condiciones se embarazo y los médicos opinaron que podrían salvar a la criatura, pero que la madre moriría. Gracias a mi Régimen de Salud, dio a luz en condiciones normales y salvó su vida.

Tiempo después se presentó a mi consulta Sergio Figueroa, mecánico de 28 años de edad. Observando su iris le señale el tipo de síntomas que debía padecer, pero no le puse nombre a su enfermedad. Reconoció mis señalamientos, pero me dijo que los médicos le hablan diagnosticado como tuberculoso incurable y contagioso. 

A duras penas lo convencí de que las hemorragias que sufría eran resultado de la congestión sanguínea y no de daño a los tejidos pulmonares. Siguiendo mi Régimen de Salud, este enfermo desahuciado se recuperó completamente y en la actualidad puede trabajar 14 horas diarias.

Autor: Manuel Lezaeta Acharan

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