Espirulina, el suplemento nutricional que utilizan los astronautas
Seguro has visto alguna nota
sobre las milagrosas propiedades de la espirulina. Hoy parece estar por todas
partes. La espirulina, una cianobacteria, es conocida como un alga natural y se
llama así porque vista a través del microscopio tiene forma de espiral en tonos
azulados. Tiene un alto contenido en hierro, además de propiedades que la
convierten en un arma contra la malnutrición. Se sabe que es un alimento rico
en proteínas de gran digestibilidad. Posee aproximadamente un 70% de proteínas
(la carne posee entre 18 a 22 por ciento), y a diferencia de la mayoría de
carnes animales, la espirulina no contiene colesterol, grasas saturadas, hormonas
ni químicos dañinos para nuestra salud. También contiene los ocho aminoácidos
esenciales, que el cuerpo no puede fabricar y que los necesita para vivir.
Este superalimento, además,
contiene grandes cantidades de vitamina B12 (o cianocobalamina), importante
para la regulación del metabolismo, la formación de glóbulos rojos y el buen
funcionamiento del sistema nervioso central. La vitamina E es otro nutriente en
esta alga, que le confiere un poder antioxidante de primera, ya que ayuda a
mantener fuerte al sistema inmune. La espirulina posee más provitamina A que la
zanahoria y se encuentra, principalmente en la forma de betacaroteno.
Como toda alga, la espirulina sintetiza
ácidos grasos esenciales, lo que la convierte en abastecedora de omega 3 y omega
6. Aunque no constituyen un alto porcentaje en la espirulina, las funciones de
estos aceites forman una lista larga, y dado que una de ellas es la de nutrir
el desarrollo cerebral, se sabe que la espirulina puede ser un buen complemento
en la alimentación de los niños.
Otro de los componentes de la
espirulina es la clorofila, la sustancia que le da el color y que tiene la
propiedad de desintoxicar el hígado y la sangre, estimular el sistema
inmunológico, ayudar a rejuvenecer y energizar el cuerpo, apoyar a combatir la
anemia, entre otras. Asimismo, es útil en casos de estreñimiento ya que
promueve los movimientos peristálticos del intestino.
La concentración de hierro y
calcio son mayores que en las espinacas y la leche de vaca, respectivamente. Además,
se trata de una molécula de hierro muy fácil de asimilar para el organismo
humano.
Si no escuchamos a nuestro cuerpo
y lo proveemos de los nutrientes necesarios, viviremos inestables. Cuidemos el
modo de alimentarlo.
ALGO MÁS
Su sabor no es muy agradable,
pero puedes encontrarla en cápsulas para no saborearla más de lo necesario. De
cualquier modo, el sacrificio vale la pena. Incorpórala en tu dieta si:
- Tu sistema inmunológico está comprometido debido a alguna enfermedad, virus, bacteria, etcétera.
- Descubres que tienes anemia.
- Deseas incorporar a tu alimentación nutrientes que piensas no estás recibiendo, ya sea porque eres una persona vegetariana, vegana o porque no tienes una dieta balanceada.
Autor: Daniela Espinosa
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