La salud de los niños la podemos controlar en sus excrementos. Evacuaciones intestinales cada ocho horas, abundantes, color bronceado y libres de mal olor, demuestran buena digestión, vale decir, salud integral. Alteradas estas condiciones, cuando ya han salido los dientes, se debe adoptar dieta cruda de frutas y aplicar lodo en el vientre, si es posible, día y noche.
El
ochenta por ciento de las defunciones infantiles se deben a cólicos,
que en realidad son disenterías
y otros tipos de "infecciones" cuyo verdadero origen está
en la fiebre gastrointestinal.
Tratamiento:
Como
regla general es necesario combatir la calentura, aun cuando no
aparezca en
el termómetro dado que se refugia dentro del vientre. En ambos
casos, lo mejor es envolver toda
la cintura del enfermito desde la parte alta del estómago hasta las
ingles en lodo natural.
El
lodo debe ir en contacto con la piel para que actúe con eficacia,
pero si hay inconveniente, aunque
la pierda eficacia, se puede colocar entre dos telas delgadas. Para
que la humedad no pase
al colchón, la cataplasma o fajado de lodo la cubrimos con papeles,
asegurando todo con una
toalla, que se ajusta con alfileres. El grueso del lodo será de
cinco milímetros, más o menos,
para evitar enfriamiento.
Se cambiará cada seis horas. Durante la
noche bastará con una
aplicación que se retirará en la mañana haciendo después
frotación de agua fría a todo el cuerpo.
Este
fajado logra no sólo refrescar las entrañas, sino que hace sudar al
enfermo sacando el calor
a la superficie y activando la piel. Durante el día seis frotaciones
de agua fría cada hora
o un poco más son un excelente tratamiento de toda dolencia con
fiebre alta.
Para
hacer sudar a los enfermitos, especialmente en invierno o cuando hay
falta de calor sobre
su piel y extremidades, se aplicarán botellas o bolsas de agua
caliente envueltas en lienzo
húmedo sobre los pies y manos. Aire puro y frutas crudas o su jugo,
si éstas no se toleran,
completan el tratamiento de los niños que ya tienen dientes,
cualquiera que sea su dolencia.
Si hay dolores locales, aplicar otra cataplasma de lodo sobre la
parte afectada. En todo
caso servirán de guía las instrucciones de Primeros Auxilios.
Casos:
En
cierta ocasión contraté para cuidar mi casa, a una joven, pareja
que llegó con una criatura
de seis meses desahuciada por los médicos del hospital. Su vientre
estaba hinchado como
globo, sus extremidades delgadísimas y ya casi no abría los ojos.
Desde el alumbramiento,
su madre no había sido capaz de darle leche y lo habían alimentado
con leche de
vaca y preparados farmacéuticos.
De
inmediato cubrí con lodo todo el vientre del niño y expuse sus
piernecitas heladas al sol de la
mañana, con la cabeza en la sombra. Se siguió este procedimiento
cada día evitando el fuerte
sol de media tarde. Se cambiaba el lodo cada 5 horas más o menos y
se hacían frotaciones
frías si el calor del cuerpo era suficiente para generar reacción.
Durante la noche dormía
con cataplasma de lodo y con ventanas y puertas abiertas. Desde el
primer momento se
preparó una lechada de almendras dulces cada dos horas, la cual se
alternaba con agua natural
y miel de abejas y después jugos de frutas dulces. Poco a poco el
bebé se fue recuperando.
Hoy es un joven fuerte de 21 años.
Fiebres eruptivas (Sarampión o alfombrilla, escarlatina, viruela, varicela y erisipela)
Estos nombres designan las crisis purificaderas agudas, propias de organismos jóvenes, que se defienden bien de impurezas heredadas o adquiridas. Estas dolencias febriles van acompañadas de erupciones de la piel y las mucosas. Tanto la fiebre como las erupciones constituyen en estos casos, importantes procesos de defensa que destruyen y expulsan substancias extrañas.
Si se favorece la tendencia eliminadora de estas crisis actúan como verdaderos heraldos de salud, pero sofocadas producen enfermedades crónicas que afectan los riñones, el hígado, el corazón, el aparato digestivo y el sistema nervioso.
Tratamiento:
A
estos enfermos les conviene sudar, lo que se consigue con frotación
de agua fría
cada hora, con un poco de sal para activar la erupción, abrigándose
en cama en seguida sin
secar el cuerpo. A la segunda o tercera frotación seguramente vendrá
el sudor. Los paquetes
promueven una enérgica eliminación sin necesidad de sudar. En
general se sigue el tratamiento
indicado para la fiebre.
El
lodo envolviendo todo el tronco del enfermo atrae al exterior las
materias tóxicas, absorbe el
calor de sus entrañas y deberá aplicarse al menos durante la noche.
Las compresas de lodo
purifican y cicatrizan las lesiones o escoriaciones de la piel. La
dieta será exclusivamente
de frutas o ensaladas crudas. Para lo demás, seguir las instrucciones de los Primeros
Auxilios.
Las
envolturas o paquetes mojados con agua salada promueven gran
eliminación por la piel en
todas las enfermedades eruptivas.
Escarlatina
Con este nombre se designa la dolencia que se presenta con fiebre alta, escalofrío, vómitos, dolor de cabeza o de garganta, la que se encuentra enrojecida. Pronto aparecen las erupciones formadas por placas o grandes manchas de un color rojo vivo que al secarse deshollejan la piel, especialmente en las manos. Si se trata con medicamentos que la sofocan, trae consecuencias funestas, en especial a los riñones y el corazón. Debe ser tratada siguiendo las instrucciones de los Primeros Auxilios.
Sarampión o alfombrilla
Esta dolencia suele empezar con lagrimeo, tos seca, catarro nasal y diarrea. Se distingue de la escarlatina porque las manchas que son pequeñas, redondas y separadas por piel sana, invaden rápidamente todo el cuerpo y desaparecen poco a poco en cuatro o cinco días.
Tratamiento:
La
complicación más fuerte de esta crisis es la bronconeumonía, la
cual se evita con
el tratamiento expuesto en los Primeros Auxilios. Procuraremos
siempre desarrollar fuerte sudor
con las seis frotaciones en el día. Mientras más se active la
erupción de la piel, tanto mejor
para evitar daño en los órganos internos. Conviene que el enfermo
haga gárgaras de agua
de limón y adopte esta bebida para calmar la sed.
Como hay
inflamación en los ojos, aplicar
cataplasma de lodo entre dos lienzos y mantener la habitación
obscura. El
fajado de lodo alrededor del tronco es indispensable durante la
noche. Fruta cruda y lechada
de almendras dulces será la dieta a observar.
Casos:
En
cierta oportunidad John Mc Kendrick me consultó porque sus dos
hijitos, Jimmy y Gladys,
de 7 y 5 años respectivamente, cayeron en cama con sarampión. Fueron tratados por médicos
reconocidos pero a los ocho días la pequeñita murió. Se preparaban
para el dolor que provocaría
la partida del niño, cuando un amigo de la familia les aconsejó que
me consultaran.
Prescribí
seis frotaciones de agua fría en la tarde, una cada hora; paquete o
envoltura húmeda de
sobacos a pies de las 10 a las 11 de la mañana; fajado de lodo
alrededor del tronco durante la
noche y alimentación cruda y lechadas de almendras dulces. A los 15
días el chico estaba de pie
y en mejores condiciones que antes de enfermar.
Viruela
Esta crisis se presenta con escalofríos, fiebre, dolor de cabeza y de cintura, náuseas y vómitos. A los dos o tres días aparecieron erupciones como manchas difusas, parecidas a las del sarampión o la escarlatina, que luego se transforman en vesículas llenas de líquido con una depresión en el centro. Estas vesículas supuran y pasan a llamarse pústulas. En la garganta, la boca y el paladar aparecen muchas pequeñas prominencias duras y blanquecinas que producen tos, ronquera y dolor al tragar.
Esta
afección supone la presencia de buena defensa orgánica y, por lo
tanto, es propia de organismos
jóvenes. Su naturaleza
es eliminadora y no debe ser sofocada sino favorecer la expulsión
de materia malsana. Mientras más activamos la eliminación cutánea,
tanto más se asegura
el alivio. La
vacuna tiene por objeto impedir esta crisis de impurezas generalmente
heredadas. Suele lograrlo
dada su acción debilitadora de las defensas orgánicas, con lo cual
obstaculiza el sano trabajo
de la Naturaleza.
Es un hecho que numerosas dolencias como las
llamadas sífilis y tuberculosis
no reconocen otro origen que las vacunas. Muchos
médicos de todo el mundo han afirmado con vehemencia que: "La
vacunación es un engaño
(y) su imposición es un crimen", como decía el doctor Yung de
Basilea, Suiza. El
mejor preventivo de la viruela es una buena nutrición, respirar aire
puro y mantener activa la eliminación
cutánea.
Tratamiento:
El
tratamiento general para la viruela es el indicado para la fiebre. Lo
más importante
es procurar la rápida eliminación de las substancias extrañas, lo
que se consigue con
frotaciones de agua fría cada hora, de 8 a 10 veces al día. Además,
envoltura o paquete desde
la cabeza hasta la planta de los pies de las 11 a las 12 de la
mañana. Los lienzos usados
para el paquete se pueden mojar en cocimiento de fenogreco frío.
Durante la noche, cataplasma
de lodo alrededor de todo el tronco y sobre las partes más
inflamadas.
El
paciente beberá en abundancia, pero en pequeños sorbos, un té de
limpia plata, corteza de
encina y menta. También es bueno el crémor con miel de abeja, en
pro-porción de una cucharadita
de crémor por dos de miel, para un vaso de agua; una cucharada cada
hora, de día
y de noche. Vigilar que el intestino evacue, aplicando lavativa si es
necesario.
Una
vez que aparecen las pústulas se prohíbe terminantemente descubrir
parte alguna del cuerpo,
porque con ello, al producirse un enfriamiento, las materias
morbosas podrían volver
al interior. Para evitar que la luz irrite los ojos, conviene
mantener el cuarto medio obscuro,
aunque suficientemente ventilado. La inflamación de los ojos se
trata con cataplasma
de panela o cuajada de leche que cambiamos cada ocho horas aunque
también puede
usarse todo.
Alimentación exclusivamente cruda con
almendras dulces, si es posible. Los
lienzos de las envolturas y las toallas de las frotaciones se deben
hervir en cuanto hayan
sido usadas. Siendo
una crisis curativa enérgica, si se favorece el desarrollo de la
viruela mediante un tratamiento
purificador como el indicado, permite limpiar al organismo de sus
impurezas, restablece
la salud verdadera y prolonga la vida del sujeto.
Casos:
Recibí
una carta de Argentina diciéndome: "Señor Lezaeta Acharan: Con
su maravilloso
libro La
Medicina Natural al alcance de todos curé
a un hermano que estaba atacado
de viruelas. Al seguir sus indicaciones el resultado fue tan feliz,
que a la semana el enfermo
se levantó de la cama muy restablecido, sin mareos y pudo asistir al
colegio, como si nunca
hubiera estado enfermo."
Paperas
Así se llama la inflamación de las glándulas salivales situadas inmediatamente debajo de las orejas y detrás de las mandíbulas. Cuando se la trata con mi sistema, es una afección benigna, pero puede tener complicaciones como la supuración de la glándula misma o la inflamación de los testículos, si el tratamiento es inadecuado por el uso de medicamentos.
Tratamiento:
Mientras
haya fiebre seguir lo indicado para Primeros Auxilios. Día y noche
se mantendrá
cataplasma de lodo sobre las partes inflamadas, cambiándolas cada
dos o tres horas.
Además, fajado de lodo sobre vientre y riñones o, al menos, sobre
el vientre, durante la noche.
Si no están en cama, los adultos seguirán el Régimen de Salud.
Autor: Manuel Lezaeta Acharan
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