La geofagia y la salud intestinal.
La geofagia (consumo de arcilla medicinal) permite que los intestinos no estén revestidos de duras capas fecales., La arcilla va ahondándose entre las vellosidades intestinales y de a pocos va recolectando una oscura mazamorra, Cada ínfimo rincón de nuestro intestino es contactado por la superficie de la arcilla; el fango oscuro, fétido y añejo es amalgamado con otro fresco y limpio, así ambos son evacuados, transportados en medio de elegantes y compactas formaciones excrementicias.
Los indígenas que viven en las
márgenes del río Orinoco cada año transitan una época en que no pueden obtener
alimento, durante esos días se alimentan de una arcilla del río que no sólo
aporta minerales sino que además contiene restos orgánicos amasados en su
interior. De igual forma, la geofagia ha salvado la vida a innumerables
personas durante la hambruna, no solo ofrece ciertos nutrientes, tiene la
capacidad de amenguar el espasmo del hambre. Durante las hambrunas largas de la
China, se llegaron a crear las llamadas tortas de piedra, para cuya elaboración
se horneaba masas de afrecho de arroz o mijo, e inclusive aserrín pulverizado,
y se les incorporaba dentro de arcillas que luego eran amasadas para formar una
torta con gusto a hojarasca y arenisca.
Hoy en día la arcilla junto con
el carbón vegetal constituyen uno de los métodos más efectivos para hacer
limpieza del tracto digestivo. Muchas medicinas modernas deben su existencia a
la arcilla, como por ejemplo: el Kaolín que ha sido usado por la industria
farmacéutica para producir el Kaopectate, el cual alivia la diarrea y el dolor
abdominal.
En el Perú tenemos la bendición
de contar con la arcilla de hidralgirita (silicato de aluminio hidratado)
llamada chaco por los nativos Quechua de Puno, del distrito de Asillo. Esta
arcilla fue consumida históricamente por los locales, quienes hasta el día de
hoy aderezan las papas con una salsa de chaco y sal. No es tan sólo una
medicina incuestionable de la materia médica del altiplano, sino que además
forma parte de la canasta diaria de alimentos. Tradicionalmente se emplean,
entre otros fines, para las úlceras, acidez estomacal, contra los parásitos, y
como emplasto externo. Esta arcilla realiza una gradual higiene intestinal, desintoxica
y a la vez mineraliza.
Este trabajo paulatino de la
arcilla es preferible a la obliteración de los síntomas, pero no de las causas,
que nos ofrecen los fármacos sintéticos. Aun así, la arcilla es usada
exitosamente en condiciones agudas, debido a su efecto antibiótico, antiviral y
antiparasitario. El chaco se usa exitosamente en disenterías infecciosas y otros
tipos de diarreas agudas.
Absorción y adsorción
La manera en que actúa la arcilla
es por medio de un doble proceso de absorción y adsorción . Estas dos palabras
son parecidas pero su modo de actuar es diferente.
En la adsorción una sustancia se
adhiere en la superficie externa de la arcilla. La arcilla tiene enlaces
iónicos no satisfechos en la superficie adherente externa y naturalmente busca
satisfacer estos enlaces, encontrando uno con carga opuesta. Se conoce que las
partículas de arcilla llevan carga eléctrica negativa, mientras que las
impurezas y toxinas llevan carga eléctrica positiva. La arcilla interactúa con
diversas sustancias, en especial con sustancias polares como el agua y las toxinas.
Debido a esta propiedad, históricamente la arcilla ha sido empleada para
recoger impurezas de la cerveza, vino y cidra.
El proceso de absorción es
similar al de una esponja, en este caso las sustancias ingresan dentro de la
estructura interna de la arcilla. El geólogo del Massachussets Institute of
Technology, Robert Martin, nos dice que una dosis de un gramo de arcilla de
montmorillonita tiene una área de 800 metros cuadrados, para darnos una idea de
esto es más o menos equivalente al área de 10 canchas de football., A mayor
superficie, mayor capacidad de recoger partículas cargadas positivamente o
toxinas.
El poder desintoxicante de la
arcilla lo vemos manifestado cuando el puneño consume un cierto género de papa
con alto grado de solanina, una papa cuya gran toxicidad conocen las personas
de la localidad y sin embargo se puede consumir con el chaco que cumple las
funciones de antídoto secuestrante de toxinas.
La arcilla de hidralgirita está
especialmente indicada cuando las heces son fangosas o cuando tenemos una
diarrea. Es importante notar que la arcilla de hidralgirita en dosis superiores
a dos cucharaditas diarias tiene un efecto astringente, y muchas personas para
poder beneficiarse de ella deberán incrementar su consumo de fibra en la dieta.
Lo ideal es que el consumidor de arcilla se vuelva muy observador de la textura
de las heces, y así module la dosis de fibra; por ejemplo con diferentes dosis
de linaza o salvado de avena en la mañana y arcilla en la noche.
Deben remojarse unas dos o tres
cucharaditas de arcilla en un vaso de agua por un lapso de dos horas,
consumirse con el estómago vacío, lo ideal es a media mañana o media tarde, o
una hora después de la última comida en la noche; este último horario suele ser
el más conveniente para muchos. El chaco es sumamente alcalino y rápidamente
puede neutralizar la acidez estomacal y puede usarse como medicina de primeros
auxilios en casos de ardor epigástrico. Esta arcilla al igual que el
Bicarbonato de Sodio y Bicarbonato de Potasio, combinación conocida como
Alka-seltzer o Eno, es altamente alcalinizante pero adicionalmente ofrece otros
beneficios.
Sobre la superficie de la tierra
existe un conjunto de minerales distintos a los minerales presentes en las profundidades
de nuestro planeta. Es decir que aun teniendo una alimentación óptima, si ésta
proviene sólo del cascarón del planeta podrá carecer de muchos minerales. Las
arcillas son una fuente de numerosos minerales clásicos y esenciales a nuestra
salud como: calcio, magnesio, hierro y zinc. Adicionalmente contiene otros
minerales, más exiguos y singulares, como germanio, zirconio, antimonio,
estroncio.
La ciencia de estos minerales está indocumentada y es desconocida en su mayor parte, pero en el futuro contaremos con nuevos hallazgos, como ya ha venido sucediendo con el azufre y el selenio. Además tenemos un conjunto de minerales obscuros cuyo rol en la salud aún no comprendemos del todo, como el oro y el cobre. Hubo un momento en la historia en que se razonó que el selenio y el cromo eran metales netamente tóxicos, hoy se prescriben en variedad de suplemento.
La ciencia de estos minerales está indocumentada y es desconocida en su mayor parte, pero en el futuro contaremos con nuevos hallazgos, como ya ha venido sucediendo con el azufre y el selenio. Además tenemos un conjunto de minerales obscuros cuyo rol en la salud aún no comprendemos del todo, como el oro y el cobre. Hubo un momento en la historia en que se razonó que el selenio y el cromo eran metales netamente tóxicos, hoy se prescriben en variedad de suplemento.
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