Frecuentes por doquier, las ubicuas malvas han sido aprovechadas por el hombre desde antiguo, al proporcionar remedios herbarios que alivian afecciones respiratorias, alergias, picaduras de insectos y trastornos digestivos.
Escrito por: Jordi Cebrián
Cómo se toma la malva
La forma más usual de tomar malva es en infusión, a la que aporta una tonalidad rojo oscura muy característica y un sabor ligeramente adulzado, pero también es posible adquirirla en otras formas.
- Infusión simple o en combinación con otras hierbas. Una cucharada sopera por taza, dos o tres tazas al día.
- En tintura alcohólica.
- El extracto líquido en gotas, una cucharada de café disuelta en agua o zumo de frutas.
- En jarabe, hasta tres cucharadas soperas al día, para afecciones respiratorias y digestivas.
- Jugo de la planta fresca, aplicado directamente sobre picaduras de insectos.
- La decocción de hojas y flores para empapar compresas, o para aplicar en baños parciales, o para regar sobre heridas y otras impurezas de la piel.
- Decocción depurada para aplicar en forma de colutorio o gargarismo para aliviar inflamaciones bucales.
- Decocción depurada para aplicar en forma de colirio sobre ojos cansados o irritados, conjuntivitis, blefaritis, alergias.
§ Fórmulas herbarias con malva
Atrévete a preparar tus propias
fórmulas herbarias con malva. Aquí te ofrecemos algunos ejemplos destinados a
aliviar algunas afecciones frecuentes. En todo caso, en la mayoría de
herbolarios, pero también en farmacias, e incluso en supermercados, podrás
encontrar preparados comerciales que incluyen malva en su composición.
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